El grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo, junto a varias organizaciones de consumidores y laboratorios, denunciaron hoy la detección de pequeñas muestras de glifosato, el herbicida más utilizado en el mundo, en los helados Ben & Jerry’s.
En una rueda de prensa encabezada por el eurodiputado neerlandés Bart Staes, presentaron un estudio que asegura que se encontró glifosato en 12 de cada 14 muestras del helado recogidas en Reino Unido, Alemania, Holanda y Francia.
Contaminación en alimentos y animales
El glifosato es según la Agencia internacional de Investigación sobre el Cáncer un posible cancerígeno.
Su presencia se detectó en los helados de los distintos sabores, según el estudio, que apunta que la propia leche puede contaminarse con glifosato por la alimentación de las vacas.
Pero fue hallado especialmente en las variedades donde hay más ingredientes de la familia cereal, como los de “masa de galleta, brownie o fudge”, entre otros.
El glifosato es el principal ingrediente del herbicida RoundUp de Monsanto, el más vendido del mundo, recordó Staes.
Para la presidenta de la asociación de productos orgánicos (OCA, en inglés), Ronnie Cummins, “resulta especialmente grave” el hallazgo dado que “la compañía asegura que está trabajando para que todos sus productos sean totalmente orgánicos”.
El estudio fue realizado por el Health Research Institute, cuyo director, John Fagan, aseguró en la rueda de prensa haber usado métodos estándar y basados en técnicas legitimadas por publicaciones científicas.
Renovación de la licencia
El uso del glifosato, cuyas ventas en 2014 ascendieron a 9.000 millones de euros, está de momento autorizado hasta finales de este año.
La Comisión Europea (CE) ha indicado que busca una “solución” sobre la renovación de la licencia, que Bruselas ha propuesto ampliar por diez años más.
Según fuentes europeas, hay división entre los países: Holanda, Dinamarca, España o Hungría apoyan la propuesta de la CE; Francia, Austria y Luxemburgo están en contra, y otros aún no se han pronunciado.
Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó en 2015 sobre los riesgos cancerígenos del glifosato, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) aseguraron después tener evidencias científicas para clasificar el herbicida como no cancerígeno.
El uso de este herbicida cuenta con una fuerte oposición ciudadana #StopGliphosate, como quedó reflejado en una petición impulsada por varias organizaciones que ha logrado reunir más de dos millones de firmas para exigir la prohibición del glifosato. Efeverde
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