Expertos conservacionistas, reunidos este miércoles en Valencia en la primera edición del Global Meeting of Conservation Translocation Practitioners, defienden que “no hay desarrollo socioeconómico sin naturaleza” y que la reintegración de especies puede ser una herramienta eficaz para su conservación.
El encuentro congregó a más de un centenar de expertos en traslocación de especies, procedentes de los cinco continentes, para compartir sus experiencias de décadas de trabajo en la reintroducción de especies silvestres, informan desde el Oceanográfico de Valencia, que acogió el evento.
Entre las conclusiones de la reunión destacan también la necesidad de implicar a las comunidades locales -en particular a sus mujeres-, el apoyo de las administraciones y “escuchar” a los expertos en el campo como claves para el éxito de la traslocación.
[box type=”shadow” ]”No hay desarrollo socioeconómico si no se conserva la naturaleza. Uno bebe de la otra y viceversa”, señala Ignacio Jiménez, organizador del foro que hoy cierra sus puertas y miembro del Grupo de Translocación para la Conservación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).[/box]
La traslocación con fines de conservación es mover especies silvestres de un lugar a otro para reponer aquellas extintas o en claro declive, pero no solo se centra en animales grandes y carismáticos –elefantes, leones o rinocerontes- sino también en pequeños, como anfibios, peces y otros, indica.
“Resulta un trabajo difícil de ejecutar porque la sociedad y sus dirigentes no entienden hasta qué punto es importante para su bienestar preservar la biodiversidad. Sin su apoyo no hay éxito posible”, advierte Jiménez.
La burocracia y la oposición local, principales amenazas
Los expertos asistentes al encuentro coincidieron en que, aunque los retos técnicos son muchos (resulta complejo trasladar, introducir y que sobrevivan grandes mamíferos como los rinocerontes y elefantes, por ejemplo), los principales problemas a los que se enfrentan los conservacionistas es la oposición de las poblaciones locales y la burocracia.
Para conseguir la necesaria complicidad de las comunidades que albergarán los nuevos animales, defendieron, es necesario tenerles en cuenta y proceder según sus costumbres y cultura.
También piden “involucrar a cuantos más agentes mejor” y señalan que uno de los eslabones claves son las mujeres de las poblaciones locales.
“Es necesario que les expliquemos, formemos y empoderemos; de ello dependerá en gran parte el éxito de la reintroducción”, puntualiza Jiménez.
Por su parte, Carl Jones, clave en la conservación de especies amenazadas en Isla Mauricio, destacó la importancia del conocimiento de los animales con los que se quiere trabajar y, si no lo hay, generarlo observando su comportamiento una vez introducido.
“Es necesario seguir la intuición de los que llevan años en campo enfrentándose a la realidad y se necesitan técnicos que tengan ambos perfiles: el académico y el de la experiencia”, dijo Yadvendradev V.Jhala, impulsor de la próxima reincorporación del guepardo en la India, extinto desde la década de los 50 del siglo pasado.
Astrid Vargas, coordinadora del exitoso programa de cría en cautividad del lince ibérico en España, enfatizó sobre la necesidad de líderes femeninos en este campo que permita “reducir la brecha de género también en la conservación de la naturaleza”.
Además, la bióloga, que actualmente trabaja con mariposas y otros polinizadores, comentó “la importancia de fomentar conectividad entre áreas protegidas, para lo cual debe establecerse algún modelo de colaboración con los sistemas agrarios”.
El encuentro arrojó también diferencias entre territorios, ya que en zonas como Europa y Norteamérica, cada vez más despobladas, “se prevé que aumente la superficie disponible para la naturaleza, lo que incentivaría las traslocaciones para restaurarlas”, explicó Deli Saavedra, jefe de Paisajes de Rewilding Europe desde 2012.
En cambio en África, con un crecimiento disparado de su población, “el espacio cada vez será más escaso y los conflictos entre fauna silvestre y humanos serán más frecuentes”, alertó Simon Naylor, que participó en la reincorporación de cien rinocerontes a Botsuana, cinco leones y treinta rinocerontes a Ruanda, todos ellos procedentes de Sudáfrica. EFEVerde