Córdoba,(EFEVERDE).- El periodismo y la medicina “deben caminar de la mano para cambiar el paradigma de la comunicación médica y divulgar información veraz”, ha afirmado el catedrático de Medicina Molecular de la Universidad de Salamanca Rogelio González Sarmiento.
El experto ha explicado hoy en el Seminario Internacional de Periodismo, Ciencia y Medio Ambiente (Sipma), que se celebra en Córdoba, que los médicos son investigadores, pero también se convierten en informadores cuando deben dar las noticias al paciente.
En el marco de la mesa redonda titulada “El papel de los investigadores en la divulgación”, González Sarmiento ha apuntado que es prioritario educar a la población, que actualmente posee “un déficit de educación biosanitaria”, que lleva a “preocuparse más por los riesgos de usar el teléfono móvil que del peligro de someterse a radiografías innecesarias”.
Otro problema de la divulgación científica, ha señalado este investigador del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, es que “sólo se comunican las noticias positivas” y “hallazgos muy significativos”.
Esto puede provocar informaciones sesgadas y la creencia de que los hallazgos negativos no son también importantes avances para la ciencia, algo que es “totalmente falso, puesto que la ciencia se basa en el método de ensayo y error”, ha añadido.
Por otra parte, González Sarmiento ha criticado que los periodistas y los científicos sólo divulguen sobre “enfermedades populares”, en muchas ocasiones por intereses de las farmacéuticas, y no se haga sobre las llamadas “enfermedades raras” que aportan claves para otras dolencias.
En este sentido se ha pronunciado también el neurólogo Hugo Liaño, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, quien ha criticado la “propaganda” que en muchas ocasiones se lleva a cabo desde las farmacéuticas sobre determinadas enfermedades para después vender sus soluciones.
Liaño ha destacado en su intervención la importancia de “vulgarizar” los conocimientos científicos, para acercarlos y hacerlos comprensibles para el gran público.
“Un buen científico debe ser también un buen pedagogo”, ha apuntado el profesor, para lo cual debe “tener oficio y un don para saber explicarlo”.
Por su lado, Arturo Fernández Cruz, catedrático de Medicina Interna de la Universidad Complutense, ha señalado que existe un recelo por parte de la comunidad científica a comunicar adecuadamente los descubrimientos, “por temor a que la noticia, la afirmación, sobrepase lo permitido por la ciencia”.
Los ponentes han coincidido en afirmar que el rigor y la honestidad del periodista son claves para no generar “demasiadas expectativas” al informar sobre los avances de la investigación científica, un trabajo a largo plazo que no presenta resultados “para mañana”. EFE
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