Daniela González.- EFEverde.- El activismo ambiental actúa como “pomada” ante la crisis climática y la situación actual del planeta, un hecho por el que es necesario “crear puentes” que unan los esfuerzos de todas las personas que luchan por un objetivo común: paliar el cambio climático.
“La emoción y la ilusión” son dos constantes diarias del activismo ambiental, una herramienta que proporciona “una razón para vivir” por pequeña que sea cada contribución individual, ha explicado en entrevista con EFE el coordinador de comunicación de Extinction Rebellion España (XR), Nicolás Eliades.
Lucha activa por la defensa del planeta

Este ecologista reitera que se debería informar de las consecuencias climáticas a diario, “si un asteroide colisionara con la Tierra dentro de 10 años sería la portada de los periódicos, pero importa más quién gana el Roland Garros”, se lamenta.
En la lucha activa por la defensa del planeta, Eliades ha destacado que las diferencias entre las organizaciones ecologistas son “necesarias” porque son una “cuestión táctica” que garantiza un éxito “más profundo” para llegar a todos los niveles de la sociedad con un objetivo común.
Extinction Rebellion es un movimiento social pacífico que nació en Bristol (Inglaterra) tras una reunión de científicos críticos con “la negligencia de los gobiernos ante la crisis climática” y que pretende ser “el movimiento de movimientos que anime a la sociedad a tomar control sobre el futuro”.
Esta agrupación se basa en tres demandas (“verdad, acción y más democracia”), con las que aspiran (“sin prejuicios, sin culpabilidad y sin ofender a nadie”) a guiar a los “rebeldes de la lucha pacífica”.
Contradicciones laborales y “la necesidad de acumular gloria propia y aumentar ganancias gracias al cambio climático” de su anterior empleo, llevaron a Eliades a abandonar su cargo en una agencia de comunicación y comenzar a “luchar por un mundo que merezca la pena salvar”, un motivo que considera “su misión” desde sus comienzos en XR, en Londres, en noviembre de 2018.
Un cambio interior que “había esperado toda la vida”
“Al principio pensaba que era una secta”, admite entre risas, “pero a medida que iba leyendo los documentos de este movimiento social algo iba cambiando en mi interior, era algo que había esperado toda la vida”, ha aseverado.
Declarar el estado de emergencia climática es “el primer paso para reconocer que tenemos un problema”, ha asegurado Eliades, “somos yonkis adictos al carbono y a los productos desechables y tenemos que hacer algo para cambiar”.
[box type=”shadow” ]”En el año 2050 la mitad de España puede ser un desierto, según los científicos, y ¿qué estamos haciendo?”, ha insistido. [/box]A pesar de ello, augura un futuro esperanzador para el planeta, ya que gracias a las manifestaciones mundiales -del pasado 15 de marzo y del 24 de mayo- “se habla más que nunca del cambio climático, algo inimaginable hace un par de años”.
Los jóvenes reclaman acciones
Gracias a esto, miles de personas, con edades comprendidas entre los 15 y los 99, han seguido su ejemplo y se han sumado a esta iniciativa social porque “XR es un paraguas bajo el cual cabe quien quiera”.
Durante el verano, Extinction Rebellion ha seguido trabajando porque “el cambio climático no para”, en este sentido, tienen preparadas acciones para el próximo 13 de agosto -a favor de la Amazonia y las mujeres indígenas-, así como su apoyo a las próximas huelgas convocadas para el 20 y 27 de septiembre.
[box type=”shadow” ]El 7 de octubre está previsto “parar” algunas capitales mundiales junto a otras organizaciones para fomentar la “coalición de voluntad”.[/box]Lo que deja claro Eliades es que, debido al activismo ambiental, es “más pobre que antes, pero más feliz que nunca”. EFEverde
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