Madrid, 16 jun (EFE).- La segunda mitad de 2022 supondrá la “revolución en la presencia de puntos de recarga en nuestra geografía”, ha asegurado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en el congreso Global Mobility Call este jueves en Madrid.
La ministra, que ha inaugurado la tercera jornada del encuentro internacional sobre movilidad, ha puesto en valor el “esfuerzo” del sector del automóvil en la transformación hacia la electrificación del transporte, que ha llevado a España a una “buena tendencia” en la compra de vehículos eléctricos.
“Nos sumamos a la tendencia que vemos en muchos de los países de nuestro entorno”, ha alegado Ribera, que ha señalado que “los datos son positivos”, pero todavía “no a la velocidad que requerimos” para lograr el objetivo de que al menos 250.000 vehículos eléctricos estén en el mercado en 2023.
“Se ha cerrado en este plazo una cantidad muy importante de recursos que nos permite adivinar que este segundo semestre de 2022 probablemente suponga la revolución en la presencia de puntos de recarga en nuestra geografía”, ha asegurado Ribera, “tanto en la red de carreteras como en los espacios urbanos”.
[box type=”shadow” ]En julio se resolverán más de 386 millones de euros “representando un total de inversión de 890 millones de euros en el contexto de ‘Moves Singulares'”, ha dicho la ministra en referencia al programa de incentivos a proyectos singulares en movilidad eléctrica enmarcado en los planes de recuperación económica tras la pandemia financiados por la Unión Europea.[/box]A la vuelta del verano, ha destacado que se convocará un ‘Moves Flotas’, de ayudas a proyectos de electrificación de flotas de vehículos ligeros, y que se gestionará asimismo el plan ‘Moves II’ que impulsa la adquisición de “cualquier categoría de vehículo, incluidas las motos, que realicen particulares sin actividad profesional”.
“Estamos embarcados en una transformación profunda del sector con objetivos claros, y para ello es imprescindible escucharse, combinar las aportaciones de todo el mundo y facilitar que España pueda ser un hub europeo en movilidad”, ha añadido.
El fin último es según Ribera “trabajar en ciudades más limpias con modelos de gestión diferentes que van a determinar el fracaso o el éxito de la transformación del siglo XXI” y para ello “es capital que la red de infraestructura de puntos de recarga esté convenientemente adecuada”.
Lo más complicado, ha agregado, “siempre es romper inercias y plantear escenarios realistas que permitan transformar el modo en que entendemos la producción, el consumo, la evolución de las preferencias por parte de los consumidores y clientes finales”. EFE
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