La directora del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Ana María Alonso Zarza, ha afirmado que el trabajo de esta institución en La Palma se centra en hacer frente a la emergencia provocada por el volcán y dejar para más adelante las publicaciones científicas, “que se harán de un modo más pausado”.
Alonso ha intervenido este martes en el XIV Congreso Nacional de Periodismo Ambiental organizado por la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (Apia) donde, bajo el lema “Comunicación ambiental: Una cuestión de salud global”, científicos, organizaciones y empresas han debatido sobre la transición hacia una sociedad más sostenible y la pérdida de biodiversidad.
La responsable del IGME ha abierto la segunda y ultima sesión del Congreso con una conferencia en la que ha explicado el trabajo que desarrollan los 370 geólogos del Instituto que, según ha dicho, funciona como “centro de investigación y asesoramiento” y contribuye a prevenir y a mitigar en ocasiones algunos fenómenos naturales.
Entre esos fenómenos ha mencionado la erupción volcánica que desde hace dos meses se produce en la isla de La Palma, donde ha indicado que trabajan alrededor de media docena de técnicos y científicos llegados a ese lugar desde Las Palmas y desde Madrid, como parte de un equipo de 30 personas del IGME dedicadas al volcán de Cumbre Vieja.
Según Alonso, esos especialistas componen el dispositivo URGE (Unidad de Respuesta Geológica de Emergencia) que se activó al producirse la erupción volcánica y que “día a día” colaboran con la Unidad Militar de Emergencias (UME), Protección Civil y con el Pevolca en labores como la toma de muestras o la medición de las coladas.
Las publicaciones, en una fase posterior
“A nuestros geólogos les insisto en que no debemos centrarnos ahora en publicaciones científicas, ni en competir sobre quien publica lo último acerca del volcán, sino en atender la emergencia. Las publicaciones saldrán con el tiempo, más pausadamente”, ha manifestado la responsable del IGME.
Entre las actuaciones que llevan a cabo en La Palma los técnicos del Instituto Alonso ha destacado la denominada ‘operación cenicienta’, que consiste en el registro continuo de las cenizas sobre un “espectro amplio” que permite conocer la evolución de la erupción, su estado actual y elaborar un modelo posterior de erupciones volcánicas.
En opinión de la directora del IGME, “nos enfrentamos a riesgos geológicos infinitos como inundaciones, oleajes extremos, erupciones volcánicas, seísmos o desprendimientos” que harían aconsejable contar con las aportaciones de los científicos o tener en cuenta los registros históricos de fenómenos naturales a la hora de construir nuevas infraestructuras. EFEverde