La organización ecologista Greenpeace ha exigido “acciones inmediatas” para reducir el tráfico rodado en las ciudades que priorizan el uso del coche, a la vista de los resultados de un estudio que sitúa a Madrid, Barcelona y Mollet del Vallès entre las mil localidades europeas con mayor índice de mortalidad asociado al dióxido de nitrógeno (NO2)
Greenpeace se hace así eco del un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) realizado con datos de 2015, y publicado por la revista ‘The Lancet Planetary Health’, que sitúa al área metropolitana de Madrid en cabeza de la clasificación de ciudades europeas con mayor índice de mortalidad asociado al NO2, mientras Barcelona aparece en sexta posición y la también ciudad catalana de Mollet del Vallès, en séptima.
El 6-7% de las muertes naturales
“Alrededor de un 6-7% de las muertes naturales en dichas ciudades estarían relacionadas con la exposición al NO2, una sustancia emitida principalmente por los automóviles en las áreas urbanas”, aseguran desde la organización ecologista y recuerdan los efectos perniciosos que tienen “las impactantes imágenes de la boina sobre Madrid de estos últimos días” en la salud de los ciudadanos.
Destacan además que el NO2 está “vinculado directamente” con las emisiones del automóvil y que tanto Madrid como Barcelona “han rebasado los niveles máximos” de esta sustancia contaminante “de manera reiterada, motivo por el que la Unión Europea ha llevado a los tribunales dicho incumplimiento”.
Para Greenpeace, los datos de este estudio ponen de manifiesto “la pasividad de las administraciones públicas ante un problema de primer orden como es la contaminación atmosférica” además de “la lentitud y la falta de ambición para restringir el tráfico contaminante” en las grandes ciudades y critican a los cargos públicos “que han intentado derogar” las medidas anticontaminación.
“A pesar de los reiterados avisos de la comunidad médica y científica, y de las amenazas de la Unión Europea por incumplir los límites de calidad del aire, las grandes ciudades siguen priorizando un modelo de movilidad basado en el automóvil”, ha señalado Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace.
Revisar los umbrales de contaminación
Los ecologistas se han unido a la petición de ISGlobal para que la Unión Europea revise los umbrales de contaminación en las ciudades que marca la directiva europea y han demandado además que se reduzca el número de automóviles en las grandes urbes y se priorice el transporte público, los espacios peatonales y vías ciclistas seguras.
Asimismo reclaman “medidas urgentes e inmediatas” para frenar la contaminación en Madrid y Barcelona, como potenciar el cierre del centro al paso de vehículos privados, reducir el estacionamiento en superficie, implantar nuevos carriles Bus-VAO e intensificar los actuales protocolos de contaminación. EFEverde