La organización ecologista Greenpeace ha reclamado hoy al Gobierno una ley que prohíba las prospecciones petrolíferas y la fracturación hidráulica, y favorezca un cambio en el modelo energético hacia sistemas más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
Los responsables de esta ONG, junto con dirigentes de Columbretes Netes y de la oficina de acción global del Cabildo de Lanzarote/Save Canarias han ofrecido hoy una rueda de prensa a bordo del buque insignia de Greenpeace, el Rainbow Warrior, que amarró ayer en Valencia como medida de concienciación contra las prospecciones.
La campaña “Petróleo no, ni aquí ni en el Ártico” se dirige contra las prospecciones autorizadas o proyectadas en el golfo de Valencia, Baleares, Canarias y mar de Alborán y advierte sobre las posibles consecuencias de vertidos de petróleo sobre la economía local, el turismo, la pesca y el medio ambiente, entre otros.
El responsable de esta campaña, Julio Barea, ha manifestado que la solución a la “enorme dependencia” de los hidrocarburos no es “buscar hasta la última gota”, sino cambiar el modelo energético.
“Solo con medidas orientadas a mejorar la eficiencia podríamos ahorrar 200.000 millones de euros y crear 1,4 millones de puestos de trabajo en la UE en 2020”, ha añadido.
Barea ha criticado a las empresas responsables de las prospecciones y ha citado expresamente a Repsol, entidad a la que ha acusado de mentir cuando afirma que es seguro sacar petróleo y de la que ha criticado su “extenso currículo de delitos medioambientales y sanciones”.
“Según los datos de la propia industria del petróleo, los yacimientos del Golfo de Valencia, Delta del Ebro y Golfo de León encontrarían, como mucho, 272 millones de barriles de crudo. Si España consume 1,5 millones al día, la destrucción ambiental de esta valiosa zona, serviría tan solo para extraer el equivalente a medio año de suministro como máximo”.
“Mañana se reúne el Tribunal Supremo para analizar si el decreto ley que dio origen a las autorizaciones para realizar prospecciones se ajusta o no a la legalidad”,según ha manifestado el dirigente de Greenpeace.
El responsable de la organización Petroli no-Columbretes Netes, Albert Fernández, ha reivindicado la necesidad de unión frente “a este sinsentido” porque “aún es posible que el rechazo social masivo en contra de las prospecciones haga que el Gobierno entre en razón”.
El responsable de la oficina de acción global contra las prospecciones del cabildo de Lanzarote/Save Canarias, Ezequiel Navío, ha lamentado la autorización concedida el pasado 29 de mayo a Repsol para la búsqueda de petróleo al este de Fuerteventura y Lanzarote, “en un acto administrativo injustificable, y que tiene una gran contestación social con cientos de miles de personas que han mostrado su rechazo en la calle repetidamente”.
“La decisión del Gobierno nos produce mucha tristeza e indignación. Es una prueba fehaciente de que se están defendiendo los intereses de una multinacional frente a los de la ciudadanía”, ha manifestado Navío.
El buque Rainbow Warrior que permanecerá atracado durante dos días en Valencia llegará a Ibiza el miércoles y concluirá esta actividad el sábado y el domingo en Mallorca. EFEverde