La organización ecologista Greenpeace ha rechazado la aprobación de un trasvase Tajo-Segura de 60 hectómetros cúbicos hasta junio y ha alertado de que los pantanos de cabecera están al 19 % de su capacidad y no han recuperado el caudal mínimo ecológico a pesar de las últimas lluvias.
En un comunicado, Greenpeace ha denunciado que no entienden por qué el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y Medio Ambiente ha autorizado dicho trasvase y ha recordado que en el informe “La Trama del Agua en la Cuenca del Segura” se demostraba que “el trasvase Tajo-Segura puede cerrarse en tres años, sin poner en peligro el abastecimiento y los usos sostenibles de agua del Levante”.
[box type=”shadow” ]”Con el impacto del cambio climático, la solución de los trasvases es de una visión muy cortoplacista”, ha advertido la organización ecologista, que ha sospechado que “para justificar el trasvase se han manipulado y ocultado sistemáticamente datos y mantenido la idea de la escasez de agua por políticos, administraciones y medios de comunicación hasta que se ha grabado en el subconsciente de la ciudadanía”.[/box]Según su informe, la cuenca del Segura dispone de entre 500 y 800 hectómetros cúbicos de recursos renovables más al año de los que la Administración reconoce, lo que supone, según Greenpeace, “que no tiene déficit, incluso asumiendo las demandas que establece su vigente Plan Hidrológico para el horizonte de 2021 y sin contar con el agua procedente del trasvase Tajo-Segura”.
“Todo ello permitiría al Segura desengancharse del Tajo en un plazo máximo de tres años”, ha subrayado Greenpeace, que ha denunciado que el trasvase Tajo-Segura “nació por una avidez de negocio y de interés económico, más que por una necesidad real” y ha señalado que con hacer una utilización responsable y sostenible de los recursos hídricos disponibles, entre ellos, los acuíferos, sería suficiente para mantener los usos actuales. EFEverde