La Guardia Civil ha imputado a un vecino del municipio leonés de Crémenes por el supuesto envenenamiento de siete buitres leonados y un alimoche, después de intervenir en una finca de su propiedad 200 gramos de veneno de alta toxicidad asimilado a carbofurano, una escopeta del calibre 12 y una carabina.
Según ha informado hoy el Instituto Armado, el imputado, de 66 años, se enfrenta a posible delitos relativos a la protección de la flora y de la fauna y tenencia ilícita de armas, municiones o explosivos.
Investigaciones :
La investigaciones comenzaron tras la localización, por parte de agentes medioambientales, de siete cadáveres de buitres leonados (Gyps fulvus) y otro de alimoche (Neophron pernopterus), en el paraje conocido como “Fuente la Burra” del municipio de Crémenes, todos ellos con evidentes síntomas de envenenamiento.
Estas especies son objeto de importantes programas de conservación en el ámbito europeo (Programa Life).
En la necropsia de las aves se localizaron restos sin digerir de carne de pollo en el buche de los animales y se determinó que tuvieron una muerte fulminante propia de la ingesta de alguna sustancia altamente tóxica.
Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, con el apoyo de un perro especializado en la detección de venenos y cebos envenenados, inspeccionaron una explotación ganadera ubicada en el municipio de Crémenes, donde hallaron una bolsa que contenía cuerpos de pollo.
A su vez, el perro localizó en el interior de un vehículo todoterreno una sustancia granulada de color azul asimilada al carbofurano con un peso aproximado de 200 gramos.
Además, se encontró una carabina de aire comprimido sin numerar y sin tarjeta de armas que la ampare y cuatro cartuchos de postas, así como una escopeta del calibre 12 con los cañones recortados, municionada con un cartucho de postas, lo que supone una modificación sustancial y la convierte en un arma prohibida.
Carbofurano :
Las muestras de la sustancia asimilada a carbofurano intervenidas fueron remitidas al laboratorio toxicológico para su análisis a fin de secuenciar los indicios y posibles causas de la muerte de los animales envenenados y el informe final del laboratorio aportó datos concluyentes que determinaron que dicho veneno fue el causante de la muerte de las aves.
El carbofurano es una sustancia altamente tóxica y muy potente, utilizada como pesticida hace años pero prohibido desde el año 2007. EFE verde