El incendio forestal que arrasó 8.500 hectáreas de Doñana y destruyó el hábitat de un grupo de linces ibéricos en 2017 supuso pérdidas cercanas a los 300.000 euros sólo en materia de biodiversidad.
Así lo ha calculado un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO), que ha tomado como ejemplo este incendio y el que afectó a la Sierra de Segura el mismo año, para cuantificar el impacto de las llamas en especies tan emblemáticas de la península como el lince ibérico o el águila imperial.
Dos vías de valoración
Para evaluar este impacto, los expertos estudiaron en primer lugar la cantidad invertida por las diferentes administraciones en el ecosistema y calcularon cantidades que oscilan entre los 210.000 y los 296.000 euros en el Parque Natural de Doñana.
En segundo lugar, elaboraron una encuesta a ciudadanos de Sevilla, Huelva, Córdoba y Málaga respecto al dinero que estarían dispuestos a donar para la conservación de las especies y la cifra resultante superaba los 320.000 euros.
[box type=”shadow” ]Respecto al incendio forestal en la Sierra de Segura, donde sólo ardieron 830 hectáreas y no resultaron afectadas especies emblemáticas, las cifras oscilan entre los 777 euros como máximo en el primer tipo de evaluación y los más de 3.200 en el segundo.[/box]Elementos intangibles
Estimar económicamente la pérdida de biodiversidad es “fundamental” para el profesor de la UCO del departamento de Ingeniería forestal Juan Ramón Molina, partícipe en esta investigación, porque “muchos terrenos están infravalorados”.
[box type=”shadow” ]Pese a constituir elementos intangibles, “aportan un gran valor” al entorno, incluyendo la fijación del carbono, la conservación de la biodiversidad o la reducción de la erosión, un riesgo al alza “ahora que la desertificación avanza por culpa del cambio climático”, ha subrayado.[/box]El objetivo principal del estudio, en el que también han participado Ricardo Zamora y Francisco Rodríguez y Silva, ambos profesores del mismo departamento de la UCO, es ofrecer valoraciones económicas “inmediatas” similares a las realizadas tras las inundaciones.
“Queremos que los daños producidos por los incendios forestales aparezcan en titulares en cuanto se producen, no un año después, cuando la gente ya no se acuerda de lo que pasó”, ha argumentado Molina, que reclama una “actitud proactiva ante los incendios”.
A su juicio, es importante conocer el número de personas evacuadas o los daños producidos en inmuebles por un incendio, pero “la información debería destacar también las pérdidas de fauna y flora”, ha insistido.
Herramienta de estimación
Para calcularlas, los investigadores han utilizado la herramienta informática ‘Visual Seveif’, un programa informático que analiza los recursos tangibles -con valor económico en el mercado, como la madera- y los intangibles -como la biodiversidad, incorporada recientemente a la aplicación-, ha confirmado Molina.
“Simulamos el comportamiento del fuego en un programa gráfico que pregunta qué recursos hay en el territorio y nos devuelve datos correspondientes a los euros por hectáreas y los euros totales de pérdidas”, ha explicado.
La idea es “aprender a valorar la biodiversidad como un recurso más” porque “la sombra de una encina vale mucho más que la propia encina: por ejemplo, da cobijo al cerdo ibérico y también al turista que se sienta a contemplar el paisaje”. EFEverde
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