Investigadores de la Universidad de Cádiz, en el proyecto Aquabird 2000, han descubierto que las zonas dedicadas a la producción de peces y crustáceos dentro del Parque Natural de Doñana cumplen un “papel fundamental” para preservar la biodiversidad y albergan un 60 % de las aves acuáticas del enclave.
Las investigaciones, que utilizan como caso de estudio las instalaciones acuícolas de Veta la Palma, que suponen aproximadamente el 10 % de la superficie del Espacio Natural Doñana, han demostrado que más de una veintena de especies amenazadas pasan el invierno o se alimentan en esta zona, según explica la UCA a través de un comunicado.
Los investigadores también han comprobado que en este lugar, en el que durante las migraciones llegan a concentrarse un 80 % de las aves del Parque, existen poblaciones importantes de ánade rabudo, pato cuchara, avoceta, aguja colinegra y especies tan emblemáticas de la marisma como el flamenco común y llegan a criar la mitad de las parejas de cerceta pardilla de Andalucía, especie catalogada como en peligro de extinción a nivel nacional y andaluz.
El proyecto, en el que participan el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (CTAQUA) y las empresas Pimsa (dedicada al cultivo de dorada y lubina en estanques en las marismas de Doñana) y Culmárex (cultivo de dorada y lubina en jaulas en mar abierto en la costa mediterránea), pretende estudiar las interacciones de la acuicultura con algunas de estas especies de aves, en particular con aquellas que se alimentan de peces, y que pueden causar pérdidas apreciables en la producción.
Para ello, se analizarán las causas del problema y se elaborará un protocolo con las posibles soluciones que será consensuado con las empresas de acuicultura.
La financiación de estos estudios se enmarca dentro de las ayudas convocadas para proteger y desarrollar la fauna y la flora acuáticas cofinanciadas por el Fondo Europeo de Pesca 2007-2013 y la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. EFE