La capacidad de regeneración de los ecosistemas antárticos es mayor de lo que los científicos creían y, de hecho, ya ha recuperado entre un 20 y un 25 % de los fondos marinos que quedaron arrasados hace ocho años por el desprendimiento de grandes placas de hielo por efecto del calentamiento global.
Estos datos son algunos de los presentados por el Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR) en un simposio que se celebra en Barcelona y en el que participan unos trescientos expertos en investigación polar, coincidiendo con el 25 aniversario de la instalación de la base Juan Carlos I en la Antártida.
El presidente del simposio y profesor de Ecología Marina del CSIC y del Instituto de Ciencias del Mar, Josep Maria Gili, ha explicado a Efe que la Antártida “está respondiendo mejor de lo que esperábamos” a los grandes daños que sufrió el fondo marino hace 8 años con el desprendimiento de grandes plataformas de hielo, de más de 10.000 kilómetros cuadrados, que el calentamiento envió al mar.
“Estas placas, cuando se desprenden, son como bulldozers que arrasan todo y se llevan las comunidades marinas cultivadas durante millones de años”, ha explicado Gili.
Recuperado un 25 %
El CSIC, que ha participado en una investigación junto a científicos alemanes, ha comprobado con la ayuda de barcos oceanográficos y robots marinos que, ocho años después de la ruptura de las placas, el fondo marino de la Antártida arrasado se ha recuperado hasta un 25 %.
“Nos ha sorprendido la capacidad que tienen los ecosistemas extremos para responder a los cambios climáticos”, ha señalado Gili, que ha explicado que esta capacidad de regeneración rápida se debe a que los fondos marinos antárticos son tan ricos, “sólo comparables a las grandes barras de coral del Pacífico”, que los ecosistemas que rodean a la parte dañada la absorben y la colonizan inmediatamente.
“Esto es algo que nunca habíamos visto”, ha dicho el científico, que ha resaltado que “durante 30 millones de años, la Antártida ha sabido recuperarse de las perturbaciones naturales, pero hemos de procurar que las dimensiones de estas perturbaciones no sean tan grandes como para que no tenga capacidad de recuperarse”.
De hecho, Gili ha reconocido que en los últimos 8 años, al revés de lo que sucede en el Ártico, la Antártida ha incrementado su extensión helada, que es de más de 13 millones de km2. EFEverde