Pablo Ramón Ochoa.- EFEverde.- Un centenar de brotes de olivos. Esa es la semilla que Iciar Bollain y el resto del equipo de su nueva película, “El Olivo”, plantarán en Canet Lo Roig (Castellón) para concienciar sobre “las consecuencias del cambio climático” y dejar su huella en el lugar con más olivos milenarios de España.
Se trata del territorio que se expande desde la comarca del Baix Maestrat (Castellón) y L’Horta de Sant Joan (Tarragona), la zona en la que se rodó el largometraje y que, según recuerda Bollain en una entrevista con Efe, “es preciosa y recomendable para todos los turistas”.
Bollain quedó cautivada por los distintos pueblos que albergan localizaciones de “El Olivo” y, por eso, el reparto regresa a Canet para la planta de brotes y, después, estrenar la película en compañía de los habitantes tras “un rodaje muy gustoso”.
“Queremos volver”, asegura la realizadora, porque “la relación fue muy buena, todos se volcaron y sin su colaboración no se puede trabajar”.

Bollain, cuyo último trabajo fue el documental “En tierra extraña”, sobre jóvenes españoles emigrantes en Escocia, vuelve a tratar un tema preocupante y actual que considera “uno de los más importantes” de la humanidad.
“El cambio climático afecta a todo, porque si una zona queda desértica se acaba el agua y si se acaba el agua se acaba la vida”, subraya Bollain.
La ganadora del Goya a la Mejor Dirección por “Te doy mis ojos” en 2003 muestra su compromiso con la lucha climática y, con actos como la planta de olivos de este domingo, que refleja parte del sentido de su último trabajo, avisa de que hay que reaccionar y alinearse junto a la naturaleza.
La directora se pregunta si esas semillas llegarán a ser milenarias como muchos de los olivos que la rodean, pero lamenta que “como sigamos por donde vamos y no cambien las políticas a nivel medioambiental, no quedará ni una piedra”.
No obstante, la metáfora del olivo para adentrarse de lleno en la relación del ser humano con la tierra sirve para “aprender la lección”.
“El Olivo”, el expolio
“El Olivo”, con guión de Paul Laverty, su pareja y habitual compañero de aventuras cinematográficas, denuncia el expolio de este árbol, uno de los seres vivos más longevos del planeta, por culpa de la crisis económica y el abandono del medio rural en España.
Su actriz protagonista es la joven Anna Castillo, a la que Bollain alaba por su “talento y su frescura”, que guía el largometraje a través de la “relación especial” que mantiene con su abuelo y con la naturaleza.
“Apadrinaunolivo.org”, “Taula del Sènia” y el ayuntamiento de Canet Lo Roig acompañaron al equipo de “El Olivo” en la iniciativa ecologista.
Quizá, dentro de cientos de años alguien esté observando, sin saberlo, el olivo que plantó Iciar Bollain en 2016, y lo recupere para contar una nueva historia.
Para que todo ello pueda suceder y el cambio climático frene su evolución que “genera que las condiciones de vida no sean posibles”, Bollain está convencida de lo que se necesita: “voluntad de todos los dirigentes”. EFEverde
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