Bruselas (EFEverde).- Madrid "suspende" en un ránking que compara los esfuerzos que han llevado a cabo las principales ciudades europeas para luchar contra la contaminación aérea, un listado en el que Barcelona se estrena con un "aprobado bajo".
La clasificación "Ciudades libres de hollín" presentada en Bruselas por BUND/Amigos de la Tierra Alemania en colaboración con el European Environmental Bureau (EEB) evalúa los esfuerzos realizados por 23 urbes europeas contra la contaminación del aire en los últimos cinco años.
Zúrich es la ganadora de esta edición con una B+ y una puntuación del 89 %, "gracias a una combinación de políticas que incluye un fuerte compromiso para reducir la contaminación de los vehículos, la promoción de formas de transporte más limpias y de bajos niveles de contaminación del aire", explicó EEB en un comunicado.
La segunda clasificada, Copenhague (B y 87 %), también ha reducido "considerablemente" el número de automóviles, impone restricciones a los vehículos altamente contaminantes, como los coches diesel o los camiones, y ha apostado por el transporte público.
Viena (B y 84 %), Estocolmo (B- y 80 %) y Berlín (C y 76 %) se sitúan en tercer, cuarto y quinto lugar, respectivamente.
En el otro extremo de la clasificación está Madrid, empatada con Roma, Glasgow y Dublín (F y 58 %) y solo por delante de Lisboa (F y 56 %) y Luxemburgo (F y 53 %), las ciudades que han acabado colistas "por luchar contra la contaminación del aire sólo de manera poco entusiasta".
Madrid obtiene una puntuación del 58 %, equivalente a un suspenso, debido a la mala calificación que obtiene en parámetros como la reducción de los niveles de contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO2).
En el último lustro "ha habido una cierta tendencia a la baja en los niveles, aunque siempre se han mantenido por encima de los límites marcados por la Unión Europea, pero en 2014 se registró un aumento significativo y a principios de 2015 la situación realmente se ha deteriorado".
Los organizadores del ránking también destacan que Madrid "solía tener un sistema de metro muy extensivo, pero debido a la crisis económica la ciudad ha cortado subsidios importantes para el transporte público y desde entonces la calidad del mismo y su amplitud se ha deteriorado de manera masiva".
Este año, Barcelona se sitúa entre las nuevas incorporaciones a la clasificación, con un "aprobado bajo" con un 62 % de la puntuación.
El estudio menciona las medidas positivas aplicadas por las autoridades de Barcelona para mantener y modernizar su flota de autobuses, así como las acciones positivas de gestión de tráfico urbano, como el establecimiento de límites de velocidad o la promoción del uso de la bicicleta y las infraestructuras para peatones.
En cambio, un aspecto en el que la ciudad condal puntúa especialmente bajo es en la creación de zonas especiales de pocas emisiones contaminantes y en las restricciones a vehículos que liberan muchos contaminantes a la atmósfera. EFE
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