Un área de la Cordillera Cantábrica de 350 kilómetros cuadrados distribuidos entre Asturias y León alberga los últimos 292 urogallos que sobreviven en España, según revela el primer censo completo que sobre esta especie acaba de realizarse.
No se han encontrado indicios de presencia en zonas orientales de la Cordillera Cantábrica y prácticamente el 80 por ciento de los censados se encuentra en León, por las comarcas de Alto Sil y Omaña, y el 20 por ciento restante en la vertiente asturiana, principalmente en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.
De esos 292 ejemplares contabilizados, aproximadamente dos tercios serían machos y una tercera parte hembras, según este censo, presentado hoy en Oviedo y elaborado por equipos de Asturias, Castilla y León y el Ministerio para la Transición Ecológica, con la colaboración de las fundaciones Patrimonio Natural de Castilla y León, Tierra Ibérica y Oso Pardo, la ONG SEO/BirdLife y Tragsatec.
Situación crítica
Los números reflejan la “situación crítica” en la que se encuentra el urogallo cantábrico, la amenaza de desaparición que se cierne sobre esta especie y la necesidad de reforzar las medidas de conservación.
De hecho, las distintas administraciones trabajan ya en acciones sobre el terreno para mejorar la supervivencia de los individuos y en la construcción de un segundo centro de cría en cautividad, en León, que se unirá al que ya funciona en Asturias.
El área de distribución de la especie en primavera, período en que se realizó el muestreo, confirma la tendencia regresiva observada desde las anteriores estimaciones del área de distribución realizadas en la década de 2000, que no contaban todavía con análisis genéticos.
El escaso número proporcional de hembras es igualmente “síntoma de una población con problemas de conservación”, según informa el Ministerio para la Transición Ecológica en un comunicado.
A pesar de existir un posible sesgo en el hallazgo de hembras durante el censo, “resulta inequívoca la escasez de hembras en la población, lo que a su vez evidencia la mayor vulnerabilidad de éstas a las amenazas existentes y el condicionamiento que ello tiene sobre la mejora de los parámetros de productividad y crecimiento poblacional”.
Esta estima poblacional se ha desarrollado mediante una metodología de muestreo y análisis estadístico empleada previamente para otras especies de fauna amenazada -oso pardo, lobo ibérico- a través de técnicas genéticas de individualización.
Salvar el urogallo
Con un margen de error de 22 individuos, los modelos estadísticos fijaron en 292 los ejemplares de urogallo que aún habitan la cordillera cantábrica, especie que está declarada en “situación crítica” y que es objeto de atención por parte del Grupo de Trabajo para el Urogallo Cantábrico, integrado por técnicos de Ministerio, y de los gobiernos de Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia.
Entre las líneas de actuación prioritarias identificadas por este equipo, se señaló la necesidad de realizar la estima poblacional pormenorizada que ahora se publica, para poder evaluar a futuro el efecto que el resto de acciones de conservación.
“Este exhaustivo censo revela la necesidad de que actuemos con urgencia para salvar al urogallo cantábrico”, según el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, que espera que las medidas puestas en marcha, que cuentan con una financiación de 870.000 euros, permitan mejorar los datos.
Medidas urgentes
SEO/BirdLife ha alertado de que los resultados del primer censo completo de urogallo cantábrico reflejan la grave situación de la especie, “prácticamente a las puertas de la extinción”, ante lo que ha exigido actuaciones “firmes y urgentes” de conservación que garanticen la supervivencia de los últimos ejemplares silvestres y la recuperación de las últimas poblaciones de esta especie.
“La situación es de una gravedad extrema ya que según la estimación poblacional presentada por el Ministerio, quedarían menos de 300 ejemplares acantonados entre las comarcas leonesas del Alto Sil y Omaña (80% de la población) y los concejos asturianos de Cangas de Narcea y Degaña (20% de la población)”, señala la organización conservacionista por medio de un comunicado.
Denuncias que esta situación de “abandono institucional” ha venido produciéndose desde hace años sobre esta especie en peligro crítico y recuerda que lo llevan advirtiendo desde 2015.
[box type=”shadow” ]”Debe garantizarse que se blindan los últimos territorios donde todavía sobrevive algún ejemplar de urogallo silvestre en Asturias y en Castilla y León y se aumente el hábitat adecuado disponible para su expansión”, remarca.[/box]
En este sentido, SEO/BirdLife puntualiza que debe prestarse especial atención a evitar cualquier tipo de actuación que pueda suponer una amenaza para la especie, especialmente aquellas que supongan la destrucción del hábitat o molestias derivadas de usos del territorio incompatibles con la supervivencia de la especie.
Por otra parte, SEO/BirdLife llama la atención sobre la “incomprensible” situación que tiene la Estrategia para la Conservación del Urogallo Cantábrico en España pendiente desde 2010.
“A día de hoy, y según se encuentra la especie, no se ha elaborado y aprobado aún la preceptiva revisión y actualización de dicha Estrategia, Asturias no cuenta con un Plan de Recuperación del Urogallo Cantábrico y, Castilla y León no tiene actualizado su plan, tal y como marca la ley para una especie catalogada como En Peligro de Extinción”, subraya la organización.