EFEverde.- Miles de personas pasaron su segunda noche a la intemperie en Pakistán tras el terremoto de 7,5 grados registrado el lunes en Afganistán y que ha causado al menos 370 muertos en los dos países, 255 de ellos en el noroeste paquistaní.
La zona más afectada por el seísmo en Pakistán es la montañosa provincia de Khyber Pakhtunkhwa, donde las bajas temperaturas nocturnas complican la situación de los supervivientes, a los que empieza a llegar la ayuda a cuentagotas.
“Según nuestra evaluación inicial, las principales necesidades son refugio y productos de aseo, debido a que en algunas zonas montañosas ha comenzado a nevar”, afirmó el representante para Pakistán de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras, Shelagh Woods.
De acuerdo con los últimos datos ofrecidos por la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de Pakistán (NDMA), al menos 255 personas murieron y 1.697 resultaron heridas en el terremoto.
El envío de refugios a Khyber Pakhtunkhwa es clave porque 3.952 casas han colapsado o resultaron seriamente dañadas por el seísmo, a lo que se suman el alto número de víctimas: 202 muertos y 1.486 heridos, un 81% y un 89% respectivamente del total en Pakistán.
“El Ejército está tratando de llegar a todas las personas afectadas”, aseguró en declaraciones a la prensa el teniente general Hidayat Rehman, comandante del Ejército en Peshawar, la capital provincial, según recoge el diario paquistaní Dawn.
El jefe de Gobierno de la provincia, Pervez Khattak, confirmó al medio local Radio Pakistán que la operación de distribución de ayuda en Khyber Pakhtunkhwa se encuentra en “pleno rendimiento” para poder “minimizar los sufrimientos de la gente afectada”.

Ayuda económica a las víctimas
El Gobierno de Pakistán anunció hoy ayudas económicas a las víctimas de la provincia más afectada y que causó en esa zona al menos 220 muertos, 1.656 heridos y daños en 10.586 casas.
“El Gobierno central ha decido iniciar la distribución de cheques el lunes y finalizará el jueves. (…) Iba a empezar hoy, pero se ha retrasado para garantizar la transparencia”, afirmó el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, en una rueda de prensa en Peshawar, capital de la golpeada provincia de Khyber Pakhtunkhwa.
Sharif anunció que los familiares de cada fallecido recibirán 600.000 rupias (5.700 dólares), los heridos 100.000 rupias (952 dólares) y 200.000 rupias (1.900 dólares) para la reconstrucción de las casas colapsadas y 100.000 para las dañadas parcialmente.
“Estas indemnizaciones no cuestan lo que una vida, pero son una ayuda. Buscan ayudar en estos momentos difíciles”, dijo Sharif, cuyo país es el más afectado por el terremoto de 7,5 grados con epicentro en el noreste afgano, y que causó 267 muertos en Pakistán y 115 en Afganistán.
La Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA) de Pakistán detalló que hasta el momento se ha repartido entre las víctimas del terremoto en Khyber Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán, 2.500 mantas, 3.250 tiendas de campaña y 3.000 esterillas.
El terremoto del lunes, que se produjo justo seis meses después de otro seísmo que en abril dejó casi 9.000 muertos en Nepal, fue también sentido en el norte de la India, donde causó al menos dos muertos. EFEverde
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