La presencia de mosquitos ha disminuido un 20 % este verano en comparación con el anterior, según la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), el mismo descenso que se registró el año pasado con respecto a 2020.
El motivo del descenso de mosquitos es la sequía de los últimos meses ya que estos insectos, además del calor, buscan la humedad para depositar sus larvas.
"Hemos notado incluso menos mosquitos que el año pasado", ha dicho el responsable de vigilancia de mosquitos de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, Tomàs Montalvo, en unas declaraciones a TVE.
Según el técnico de la ASPB, Jesús Jarque, esta disminución está relacionada con la falta de agua: "Hay focos de crianza -como las fuentes- que normalmente tienen agua, que están secos".
Aunque las lluvias de estos últimos días podrían impulsar la cría: "La presencia de agua puede aumentar la actividad si hay una buena temperatura", ha alertado Jarque.
Durante el verano, profesionales de la Agencia de Salud Pública de Cataluña han trabajado en 80 espacios de Barcelona para identificar mosquitos y elaborar un larvicida para mantener a raya la población, pero algunos de los focos de cría se encuentran en propiedades privadas.
El técnico especialista en mosquitos de Anticimex, Èric Rodríguez, ha contado a TVE que basta con vaciar los puntos de agua para eliminar los mosquitos y, "cuando son permanentes, se usa un granulado para matar las larvas".
Rodríguez ha añadido que la mayoría de las intervenciones que se han hecho este verano han sido entre Viladecans (Barcelona) y Sitges (Barcelona).
En Cataluña, la presencia de mosquitos es especialmente importante en los Aiguamolls de l'Empordà (Girona) y en el Delta del Ebre (Tarragona). EFEverde
