La Comisión Europea (CE) puso en marcha este lunes una consulta pública para revisar sus directrices de Competencia para las ayudas públicas a proyectos climáticos, energéticos o medioambientales, que Bruselas quiere ampliar para cubrir el apoyo a nuevos sectores y alinear con las metas climáticas de la Unión Europea.
Ayudas
“Europa necesitará una considerable suma de inversiones sostenibles. Aunque una parte importante vendrá del sector privado, el apoyo público jugará un papel para asegurar que la transición verde ocurre rápido. Así que queremos asegurar que nuestras reglas de ayudas de Estado para clima, energía y medio ambiente están listas para la transición”, dijo en un comunicado la vicepresidenta de la CE y responsable de Competencia, Margrethe Vestager.
Las reglas actualizadas, añadió, “permitirán a los Estados miembros cumplir los ambiciosos objetivos medioambientales del Pacto Verde Europeo, mientras que se mantienen en el mínimo las posibles distorsiones a la competencia”.
[box type=”shadow” ]En concreto, Bruselas propone ampliar la cobertura de las directrices para permitir el apoyo público a nuevas áreas, como la movilidad limpia, la eficiencia energética de los edificios o la biodiversidad, así como a todas las tecnologías que permitan cumplir el Pacto Verde, incluido el apoyo a las energías renovables.[/box]
Las normas actualizadas “permitirían, en general, ayudas que cubran hasta el 100 % del agujero de financiación” de los proyectos e introducir nuevas formas de ayuda, como los contratos por diferencia de carbono.
Precio fijo para las emisiones de carbono
Estos contratos permitirían a una administración pública acordar con un agente un precio fijo para las emisiones de carbono por un periodo de tiempo, de modo que si el precio de mercado del carbono cae por debajo del precio acordado, la administración tendría que pagar la diferencia, mientras que si el precio pactado es más alto que el del mercado, el agente tiene que devolver el beneficio.
En la práctica, este sistema permite eliminar la incertidumbre asociada al cambio del precio de las emisiones en el mercado para quienes inviertan, por ejemplo, en energías de bajas emisiones y tengan que vender sus derechos de emisión en el mercado.
Combustibles fósiles
Por otra parte, Bruselas propone alinear las directrices de Competencia con otras políticas energéticas y medioambientales europeas, entre otros, con la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles, en particular los más contaminantes.
“Las medidas que impliquen nuevas inversiones en gas natural estarán cubiertas por las nuevas directrices solo si se demuestra que estas inversiones son compatibles con los objetivos climáticos de la Unión para 2030 y 2050”, explicó la Comisión.
Bruselas propone además simplificar la evaluación de las ayudas públicas eliminando el requisito de notificar uno por uno los proyectos ecológicos que formen parte de esquemas ya autorizados, así como introducir salvaguardas para asegurar que las ayudas se limitan al montante necesario de modo que, por ejemplo, los Estados miembros tener que consultar con las partes interesadas sobre algunas medidas propuestas.
La consulta estará abierta hasta el 2 de agosto, tras lo cual la Comisión consultará con los Estados miembros con el fin de que las nuevas directrices sean aprobadas a finales de 2021.
La UE tiene como meta reducir sus emisiones contaminantes en un 55 % para 2030 con respecto a los niveles de 1990 y alcanzar en 2050 la neutralidad climática, es decir, no emitir más de lo que pueda absorber. EFEverde