Ocean Tech es un nuevo ‘ecosistema’ transfronterizo de tecnología en el que participan la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) y la de Mondragón, con el objetivo de lograr el desarrollo de empresas emergentes relacionadas con el océano y los deportes acuáticos en la bahía de Txingudi, en la costa vasca.
Este “Silicon Valley del mar” es una iniciativa nacida hace dos años y tiene como finalidad convertirse en un centro tecnológico de referencia mundial en la llamada “French California”, como se conoce a la Costa Vasca-Landesa, en el sur de Francia, explica a Efe su presidente Juan de Lara durante una visita a la ciudad francesa de Biarritz.
Desarrollo tecnológico basado en el océano

Según De Lara, Ocean Tech -“que tiene una cifra de negocio de ocho millones de euros”- busca además crear una “economía dinámica para el desarrollo de las ciudades de la bahía de Txingudi” y animar a los jóvenes a crear sus propias empresas emergentes (startups).
En la “French California”, que se extiende a lo largo de 100 kilómetros, se practica surf y otros deportes acuáticos, referentes para la economía de esta zona del sur de Francia.
Ocean Tech, ubicada en San Juan de Luz, y homologada con el ecosistema de empresas emergentes francés French Tech, ha creado un un espacio tecnológico transfronterizo que va desde Hossegor, en el departamento francés de Landas (región de Aquitania), hasta Zarautz, en la provincia vasca de Guipúzcoa, en España.
Con ello busca optimizar la tecnología para la práctica de los deportes acuáticos para proporcionar a los deportistas la información más precisa sobre las condiciones del océano.
Conocimiento del océano
Con este propósito, en 2017 firmaron un acuerdo con la multinacional medioambiental Suez para el intercambio de información relacionada con las condiciones de salubridad y estado del agua del océano, la altura de las olas o la velocidad del viento proporcionada por los sensores de la empresa ubicadas en boyas en alta mar.
Esta información permite a las 280 empresas que trabajan conjuntamente en Ocean Tech, crear proyectos relacionados con el océano, el agua y los deportes acuáticos.
Ocean Tech tiene tres pilares, asegura De Lara, “el primero es la formación y la investigación”, basado en el proyecto del Fuerte de Sokoa, una plataforma euroregional desarrollada conjuntamente con la Universidad Pública del País Vasco de Bilbao, y la de Burdeos (Francia), que ostentan “la categoría de excelencia a nivel internacional” y empezará a funcionar en 2020.
“De esta manera podremos acoger en San Juan de Luz investigadores de nivel internacional para desarrollar productos y servicios que necesitan los deportes relacionados con el mar”, según De Lara.
El segundo es la fabricación digital que se va a desarrollar en un espacio de “co-working” (espacio compartido de trabaajo) de más de 2.500 metros cuadrados en San Juan de Luz.
Y el tercero, “un espacio de ‘fab lab’ (laboratorio de fabricación), donde los emprendedores podrán trabajar en una incubadora de empresas emergentes”, señala De Lara.
Este “fab lab” se desarrollará en la bahía de Txingudi, gracias a la ayuda de los sensores que alimentarán una página web “para tener un soporte científico con el fin de desarrollar testeos en situación real”.
Sensores que se ubicarán en tablas de surf o en las piraguas para analizar y facilitar a los deportistas “información que demandan con datos cada vez más exactos como los de Global Positioning System (GPS), detalles sobre las condiciones del agua, la velocidad del viento o la altura de las olas”, sostiene el presidente de Ocean Tech.
Varias sedes
Además, en Bilbao “hemos desarrollado una sede de Ocean Tech en la Bilbao Berrikuntza Faktoria (BBF), que es un centro con formación de la Universidad de Mondragón”.
Al mismo tiempo se han abierto otras sedes en la isla francesa de Reunión, en isla Mauricio, en San Diego (EE.UU.), y tienen previstas aperturas en Nueva Caledonia, centros que formarán la red Ocean Tech.
Toda esta red permitirá el intercambio de conocimientos entre empresas de diferentes lugares, “porque el mercado de Australia no es el de California, y así damos la posibilidad a las empresas de ganar tiempo”, dice el empresario francés.
Porque “el tiempo es el valor que te permite ganar o perder, no es el dinero, hay que ir con mayor rapidez al mercado final”.
“Estamos montando esa red para acoger empresas porque les interesa el ecosistema de Bilbao, tanto como el de San Juan de Luz o los mercados de Australia o California”, sostiene.
En América Latina están estudiando la ciudad brasileña de Natal, “porque cada vez hay más ciudades que promueven el surf”. EFEverde
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