Efeverde.- Las poblaciones mundiales de vertebrados -mamíferos, aves, peces, anfibios y reptiles- han descendido en un 58 % durante los últimos 40 años según el informe Planeta Vivo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que también acusa al sistema alimentario de ser “la principal causa de degradación ambiental”.
Este documento resume la información recogida por el Índice Planeta Vivo (IPV), un “indicador del estado del planeta” de acuerdo con la definición del director de conservación de WWF España, Enrique Segovia, encargado de su presentación hoy en Madrid, porque mide la biodiversidad a partir del seguimiento de más de 14.000 poblaciones de más de 3.000 especies de vertebrados.

Para la última edición de este informe, que se publica bianualmente, el IPV ha añadido a su base de datos 668 especies y 3.772 poblaciones nuevas.
Con esta información, el desglose por grupos en el período estudiado (1970-2012) indica que la reducción de especies ha afectado en un 36 % a las marinas, en un 38 % a las terrestres y en un 81 % a las de agua dulce.
Elefantes, tiburones, rayas o delfines de río son algunos de los animales más conocidos sometidos a las presiones, directas o indirectas, de la actividad humana como la caza furtiva o la excesiva explotación de los recursos.
Las principales amenazas para la biodiversidad, de acuerdo con este estudio, son la pérdida y degradación de hábitats, la sobreexplotación de especies, la contaminación, las especies invasoras y las enfermedades.
Para el año 2020, el informe prevé un declive aún mayor que, en el peor escenario, podría alcanzar hasta el 67 % de especies “en tan sólo medio siglo”, ha recalcado Segovia, quien ha definido los datos como “una llamada clave y urgente para frenar la pérdida de biodiversidad”.
En su opinión, aún se pueden encontrar “signos de esperanza” como el retorno de los grandes carnívoros a Europa gracias a la Directiva Hábitats con figuras de protección como Red Natura 2000, lo que “demuestra que estos alarmantes efectos sobre la naturaleza pueden revertirse si empezamos a tomar mejores decisiones sobre el consumo de los recursos naturales”.
Sistema alimentario
Segovia también ha subrayado la importancia de cambiar el sistema alimentario porque es “uno de los factores determinantes en la pérdida de hábitats” al provocar pérdida de suelos, sobreexplotar las especies disponibles y ser una de las principales fuentes de emisión de gases de efecto invernadero cuando el 75 % de la oferta de alimentos del mundo proviene de 12 plantas y especies animales.
La agricultura, que ocupa el 34 % de la superficie de la Tierra, es responsable del 69 % de las extracciones de agua dulce y “genera casi una tercera parte de las emisiones de gases de efecto invernadero”, ha añadido la responsable del programa de aguas y agricultura de WWF España, Eva Hernández.
Además, el 80 % de los terrenos agrícolas se destinan a producir carne y lácteos, aunque apenas suponen el 33 % de las proteínas consumidas por los seres humanos.
El monopolio comercial es una de las causas de esta situación pues, según Hernández, “el 1 % de las grandes fincas concentra el 65 % del terreno productivo” en términos agrícolas.
Optimizar la productividad desde un punto de vista sostenible, diversificar los cultivos y apostar por un paisaje mosaico en simbiosis del planeta son algunas de las soluciones según Hernández, quien también ha indicado la importancia de una dieta saludable en la que los alimentos cuenten con certificación ecológica.
Huella ecológica
China, Estados Unidos e India son los países con mayor huella ecológica total, aunque si se considera la huella ecológica per cápita la clasificación la encabezan Luxemburgo, Australia y Estados Unidos.
Esto significa que la humanidad necesitaría 1,6 planetas para satisfacer la demanda de recursos naturales aunque, si todos los habitantes de la Tierra consumieran recursos al ritmo de EE.UU., serían precisos 4,8 planetas y, si lo hicieran igual que en Australia, la cifra ascendería a 5,4.
El informe concluye advirtiendo de que la Tierra está entrando en una nueva era geológica bautizada como “Antropoceno”, porque las transformaciones que causa el ser humano provocan impactos “visibles en una sola generación” por lo que “queda poco tiempo” y es responsabilidad de “políticos, empresas y ciudadanos” cambiar la situación. Efeverde
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