Varias torres de energía eólica, en una fotografía de archivo. EFE/Mario Arturo Martínez

El PNIEC debe elevar los objetivos en renovables, pero también asegurar cómo lograrlos

Publicado por: efeverde 21 de marzo, 2023

Ana Tuñas Matilla.- El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) afronta su primera revisión y en ella, según los expertos, además de elevarse los objetivos en energías renovables para adaptarse a las nuevas ambiciones de la UE, es imprescindible incorporar medidas que aseguren que realmente se pueden cumplir.

En un contexto marcado por una crisis energética que empuja a reducir la dependencia de unos combustibles fósiles que la mayoría de Estados miembros no tiene, la UE ha elevado del 40 al 57 % el objetivo de reducción de emisiones a 2030 respecto de 1990; del 32 al 45 % el del peso de las renovables en el consumo final, y del 32,5 al 36 % el de mejora de la eficiencia energética.

Aprobado en marzo de 2021, el PNIEC establece un objetivo de reducción de emisiones del 23 %, un 42 % de renovables en el uso final (74 % en generación eléctrica), y una de mejora de la eficiencia del 39,5 %.

En energía, contempla la instalación de 60 gigavatios (GW) renovables hasta 2030, cuando el mix nacional sumaría 161 GW: 50 eólicos, 39 fotovoltaicos, 27 de ciclo combinado, 16 de hidráulica, 9,5 de bombeo, 7 termosolares y 3 nucleares, entre otros.

Ordenar el despliegue y compensar al territorio

Ordenar el despliegue renovable, hacer partícipe de sus beneficios a las comunidades locales para evitar el rechazo social e incentivar el desarrollo de almacenamiento y de gases “verdes” que las respalden para prescindir de nuclear y gas convencional, son claves para lograr el cambio, según los expertos consultados por EFE.

Además, para alcanzar las metas globales de descarbonización, el PNIEC, ahora muy centrado en energía, debe imponer medidas concretas para grandes emisores como transporte, agricultura, construcción o residuos.

En renovables hay margen, pues ya hay sobre la mesa proyectos que en su conjunto superan a lo que planteaba el PNIEC, pero la “alocada” forma en la que se están implantado genera mucha tensión social y urge plafinificar dónde colocarlas, ha destacado el director de Transición Justa de Ecodes, Mario Rodríguez.

“Debe incluirse la figura del suelo energético para evitar especulación y tensiones innecesarias. Debe haber un retorno al territorio. No puede ser que genere la energía y que no retorne la riqueza, tiene que haber una ubicación solidaria y debe contribuir todo el país”, ha añadido.

Desde Ecologistas en Acción, Javier Andaluz ha defendido poner coto al “enorme apetito” de fondos y grandes empresas por las renovables y ha asegurado que para lograr las metas de reducción de emisiones es fundamental establecer objetivos más estrictos para sectores como transporte, refino de petróleo y edificación, así como revisar el papel del gas en la transición.

La nuclear, en su opinión, debe desaparecer “cuanto antes”, máxime cuando “estamos viendo como se tiene que desconectar producción eólica o fotovoltaica” por la inflexibilidad de las plantas atómicas (no pueden parar), “uno de los grandes negocios” del oligopolio eléctrico.

Desde Greenpeace, Pedro Zorrilla ha urgido a tomar medidas en transporte (sector que más emite) y ha considerado imprescindible y necesario abandonar gas y nuclear “porque no resuelven ninguno de los problemas que tenemos” (emisiones y dependencia energética).

Fomentar el autoconsumo y las comunidades energéticas, ayudaría a frenar el rechazo social a las renovables, según Zorrilla, que también ha abogado por  avanzar en sistemas de gestión de la demanda, ahorro de energía y reducción del consumo general para evitar las emisiones que implica tanto producir como transportar mercancías.

Es importante que el PNIEC establezca claramente cómo se va a repartir el objetivo de reducción de emisiones entre los distintos sectores, así como fijar mecanismos de seguimiento y revisión de los mismos para garantizar el cumplimiento del objetivo nacional, ha explicado Mar Asunción, portavoz de WWF.

“El PNIEC nació muerto” por su baja ambición en objetivos, han lamentado desde la Fundación Renovables, que aboga por elevar las metas en reducción de emisiones y energías verdes, así como por incluir una ordenación territorial por tecnologías.

Invertir en alternativas

Además de un plan de objetivos, el PNIEC debe ser un plan de implementación y contener medidas que aseguren que esos objetivos se van a cumplir. Si no se concreta cómo hacer económicamente viables las plantas, no se construirán, ha advertido el socio de Energía de PwC, Óscar Barrero.

Los mecanismos de capacidad son fundamentales para el desarrollo de sistemas de almacenamiento, sin los que no sera posible ser 100 % renovables, y hay que ordenar el despliegue para evitar la concentración por regiones que se está dando actualmente.

Muchos proyectos “verdes” pueden verse frenados por la oposición de los pueblos a acogerlos. Los promotores deben aportar a la comunidad local, según Barrero, que ha subrayado que estamos ante una crisis climática y todos debemos aportar.

“El desarrollo de renovables es imperativo. Para que sea exitoso debemos priorizar los proyectos viables”, según Oliverio Álvarez, socio responsable de Energía de Deloitte, que ha urgido a reforzar los compromisos con el territorio y por “mucha” pedagogía para conseguir la “licencia social” que se necesita.

“La transición energética solo podrá tener éxito si sus beneficios se perciben en el territorio donde se asientan las instalaciones”, ha advertido.

La revisión al alza del objetivo renovable debe ir acompañada de los instrumentos que permitan el desarrollo efectivo de sistemas de almacenamiento, en particular del bombeo hidráulico, así como de la concreción del papel que jugará el gas como tecnología de respaldo, según el socio responsable de Energía de KPMG, Carlos Solé.

Para Antonio Hernández, socio del área de Sectores Regulados de EY, la revisión incrementará el peso de las renovables eléctricas y gasistas en el sistema energético y hay que reforzar el papel del biometano, teniendo en cuenta el potencial del país y sus ventajas para descarbonizar sectores difícilmente electrificables.

Regulación estable

Es previsible que el plan incorpore mayor ambición en renovables y eficiencia, así como en la apuesta por tecnologías como la eólica marina, el almacenamiento, los “bios”, el hidrógeno y otros gases renovables, según el director general del Club Español de la Energía, Enerclub, Arcadio Gutiérrez.

“Será clave una regulación más detallada, que permita implementar medidas ya existentes y agilizar los trámites para desarrollar proyectos. Las empresas estamos preparadas para desarrollar tecnologías que serán clave y confiamos en que el nuevo PNIEC seguirá siendo una de las palancas incentivadoras que lo permita”, ha añadido.

Para Aelec (Endesa, Iberdrola y EDP), el incremento de la penetración de renovables debe ir acompañado del desarrollo de tecnologías de respaldo como el almacenamiento y la gestión de la demanda, que se sumen al que proporcionan tecnologías contrastadas, como hidráulica y ciclo combinados.

Esto será posible sólo si se desarrollan los mercados de capacidad, asignatura pendiente de España. Hacen falta mecanismos que aporten las señales adecuadas para la provisión de servicios que aportarán flexibilidad y firmeza a un nuevo mix energético descentralizado, según la asociación.

El PNIEC debería elevar la previsión de eólica a 2030 de 50,3 a 63 GW: 3 de marina, 9,5 de terrestre destinada a producir hidrógeno renovable y 15 de repotenciación, según el director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Heikki Willstedt.

Esto supone instalar al año 4 GW y 5.000 millones de inversión. “El sector eólico español tiene capacidad y experiencia para hacerlo, pero se necesita un marco regulatorio estable y mecanismos de mercado que permitan la financiación de las instalaciones para hacerlo realidad”, ha afirmado.

Desde la asociación fotovoltaica UNEF han defendido que para culminar con éxito la transición energética en España y lograr un sistema eléctrico 100% descarbonizado,  el PNIEC debe establecer unos objetivos de energía solar de 80-90 Gw.  “De esta manera, podremos solventar las necesidades de la ciudadanía, asegurar la sustitución de los combustibles fósiles a través de una electrificación limpia y poder hacer frente a los nuevos retos que nos marca la digitalización o la movilidad sostenible”.

Desde la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), consideran primordial incentivar la inversión en combustibles renovables, necesarios para la descarbonización de la aviación o la navegación, así como promover el uso del biogás para el transporte y elevar los esfuerzos en reducir las emisiones de los residuos.

Para Sedigas, España debe elevar considerablemente los objetivos en biometano y biogás para descarbonizar su matriz energética y hay que invertir en infraestructuras para hacerlos llegar allí donde no se producen “in situ”. EFEVerde

 

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