Ecologistas en Acción recibió el año pasado 130 notificaciones sobre contaminación por metales pesados en los alimentos y piensos, 72 de las cuales estaban relacionadas con la presencia de mercurio en el pescado y productos pesqueros que en 42 ocasiones tenían su origen en España.
Según afirma la organización ecologista en un comunicado, estos datos vuelven a situar a España entre los diez países con más notificaciones por presencia de mercurio en el pescado en los últimos años, la mayoría de las cuales provenían de Italia (34) y de ellas 23 eran alertas, 16 más que en 2018.
Ecologistas en Acción lleva 15 años recogiendo datos para elaborar el sistema de alerta rápida para piensos y alimentos (RASFF por sus siglas en inglés) que, además del mercurio, refleja la contaminación por otros metales pesados como el cadmio o el plomo.
Las mismas alertas que hace dos años
De las 130 notificaciones que se presentaron en 2019 -las mismas que el año anterior- 63 fueron alertas -6 menos que en 2018-, y aludían “a un riesgo grave por contacto de un metal pesado con un alimento, pienso o material que está en el mercado y cuando es, o podría ser, necesaria una actuación urgente en un país distinto al país notificante”, según los ecologistas.
Aseguran que los límites que establece la UE “son menos estrictos” que los que marca el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), que fija la ingesta máxima de metilmercurio en 1,6 microgramos por kilo de peso corporal a la semana, con el fin sobre todo de proteger al feto en el caso de que una embarazada ingiera alimentos contaminados por este metal.
Ecologistas en Acción recuerda que el mercurio es un metal extremadamente volátil que puede ser transportado a grandes distancias una vez se ha emitido a la atmósfera y que nunca desaparece del medioambiente, por lo que contamina ahora y en el futuro.
Cuando se deposita en un medio acuático, el mercurio se transforma en metilmercurio, una potente neurotoxina que se acumula en los peces, en los animales y en los humanos que los consumen. EFEverde