La multinacional de productos de limpieza Procter & Gamble ha anunciado hoy la eliminación de los fosfatos en sus cápsulas de lavavajillas, una fórmula en la que investiga desde hace 30 años y con la que confía no repetir fracasos anteriores y acabar con el hábito de aclarar la vajilla antes de introducirla en el lavaplatos.
Los fosfatos no son perjudiciales en sí mismos, pero su abuso impacta en el medio ambiente (hace proliferar las algas en lagos y ríos que cuando se descomponen enturbian el agua y gastan el oxígeno del resto de organismos del ecosistema).
La legislación europea obligará a eliminar los fosfatos a partir de 2017
A partir del 1 de enero de 2017, la legislación europea obligará a suprimir los fosfatos de los detergentes de los lavavajillas, después de haber forzado a hacer lo mismo con el jabón para la ropa.
En España, explica a EFE el director científico de Procter&Gamble para el Sur de Europa, Elio Estévez, sus nuevas cápsulas de lavavajillas (tanto de uso doméstico como industrial) estarán a la venta en septiembre próximo y su campaña publicitaria de lanzamiento hará hincapié en que el aclarado es prescindible, un hábito muy arraigado en España.

En 1991, la compañía estadounidense consiguió subir las ventas de su detergente de platos gracias a un anuncio televisivo sobre la típica rivalidad española entre pueblos (Villarriba y Villabajo).
El 79 % de los españoles, según los datos proporcionados por Estévez, acostumbra a enjuagar los platos antes de introducirlos en el lavavajillas, lo que equivale a “360 millones de litros de agua” despilfarrada al año en España.
La capacidad mejorada para eliminar los restos de comida desde el primer momento, evitará tener que aclarar previamente. Esto supondrá un potencial ahorro de 21.000 millones de litros de agua al año, lo que equivale a casi 9.000 piscinas olímpicas.
La multinacional estadounidense no ha sido la primera del sector en obtener una fórmula libre de fosfatos, aunque lo intentara en la década de los 90 en Alemania y Estados Unidos, pero sin éxito, en donde incluso bajaron las ventas de forma significativa.
Han hecho falta 30 años de investigación en laboratorio, explica el director científico, para dar con la clave: sustituir los fosfatos por ácido metilglicinodiacrético (MGDA), ayudado por un catalizador, el triometil triazaciclonomano, este último para garantizar un buen blanqueamiento de las superficies (esencial en España donde abundan los restos de tomate y café).
El sustituto de los fosfatos es completamente biodegradable
El MGDA es “completamente biodegradable”, no compromete el brillo y protección de la superficie y tiene un rendimiento mejorado de limpieza que hará innecesario el enjuague previo, asegura Estévez, bioquímico de formación.
El problema es que “no es un ingrediente barato”, por lo que es “muy posible que repercuta en nuestro margen (de beneficio) y en el precio final de venta, que depende del distribuidor”.
Entre otros beneficios medioambientales, Estévez menciona el hecho de que el producto será más compacto, lo que implica ahorros de logística (ocupa menos sitio y embalaje) y la eliminación de 14.000 toneladas de fosfatos al año, a nivel mundial,
Prácticamente todos los hogares españoles disponen de nevera y lavadora, el 88,3 % tiene horno, el 43,5 % lavavajillas y el 21,6 % secadora independiente, según datos del INE.
La multinacional tiene más de 40.000 patentes activas
Procter&Gamble tiene más de 40.000 patentes activas en todo el mundo y más de 2.000 millones de dólares invertidos en I+D+i en el pasado año fiscal.
En España es líder en inversión publicitaria, con 99,5 millones de euros en 2015.
La cuota de mercado en valor de Fairy lavavajillas a mano es del 48,7 % y del 29,1 % para el automático. EFEverde
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