Dos decenas de quoles orientales, unos mamíferos carnívoros nativos de Australia, han sido reintroducidos en el territorio continental cinco décadas después de su desaparición, según ha informado hoy el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Los quoles (Dasyurus viverrinus) han sido trasladados esta semana desde la isla de Tasmania al parque nacional Booderee, ubicada en la costa sureste del estado de Nueva Gales del Sur.
“Esta es la primera vez en Australia que un carnívoro extinto en la zona continental ha sido reintroducido a su entorno salvaje”, ha declarado el jefe de Ecosistemas vivos de WWF Australia, Darren Grover.
Esta es la tercera especie nativa que ha sido reintroducida en esta reserva, después del potorú de nariz larga (potorous tridactylus) en 2014 y el bandicut marrón (Isoodon macrourus) en 2016, gracias a la iniciativa Rewilding Australia.
[box type=”shadow” ]”Esto hace único al parque Booderee y confiamos en el éxito de este proyecto avalado por el logro que ya hemos alcanzado en la reintroducción de otros mamíferos extintos en el lugar en los últimos años”, ha afirmado el gerente de recursos del Parque, Nick Dexter.[/box]
La reintroducción -en la que participaron la Universidad Nacional Australiana, el parque nacional y los dueños tradicionales de la tierra- se ha llevado a cabo tras 15 años de trabajo para controlar a sus depredadores de zonas colindantes a la reserva.
Pasado y presente de la especie
Los quoles, que desempeñan un papel importante en el ecosistema por su ingesta de insectos, abundaban en la costa este de Australia hasta su desaparición hace medio siglo, pese a que algunos ejemplares de esta especie lograron sobrevivir en los bosques de la isla de Tasmania.
“A principios de 1900 una misteriosa epidemia acabó con un gran número de quoles orientales y, posteriormente, su población se vio afectada nuevamente por la presencia de zorros, que se expandieron por todo el sureste australiano”, dijo Robert Brewster de Rewilding Australia.
Los últimos quoles orientales fueron vistos en la década de 1960 en Sídney, además de en la región de Illawara en el estado de Nueva Gales del Sur (sureste australiano), ha agregado el ecologista.
Los ejemplares de quoles liberados llevan collares con un GPS para que los investigadores puedan vigilarlos de cerca durante los próximos tres años, por lo que “los zorros que están fuera del parque y que entran a él serán vigilados y, además, se tomarán las medidas necesarias para que sus incursiones sean muy limitadas”, ha señalado la experta de la Universidad Nacional Australiana Natasha Robinson. EFEverde