La vicepresidenta tercera del Gobierno de España, Teresa Ribera, consideró este jueves que el anuncio de China y Estados Unidos de que trabajarán juntos para acelerar la reducción de emisiones esta década “eleva el listón para otros países reticentes”.
“Esta señal va a ser muy potente (…), que los dos mayores emisores del mundo digan que quieren trabajar juntos creo que es una buena noticia”, declaró Ribera a los medios durante la COP26 que se celebra en Glasgow.
La también ministra española para la Transición Ecológica agregó que, tras el anuncio, una declaración sorpresiva y no vinculante pero con alto valor político, queda “traducir esa voluntad al mundo multilateral, a Naciones Unidas”. “Cuánto más pueden aportar estos dos gigantes en reducción de emisiones y en financiación internacional”, dijo.
“Es una señal positiva”, añadió Ribera, designada por la presidencia británica de la COP26 como “facilitadora” en las negociaciones en busca de un pacto que desarrolle el Acuerdo de París para frenar el avance del cambio climático.
“No creemos que haya mucha novedad en los contenidos, más allá de alguna referencia en reducción de emisiones de metano, en la que ya venían trabajando, pero sí en que hayan querido explicitar aquí y ahora que tienen la voluntad de trabajar juntos, frente a unos meses mucho más tensos”, añadió.
Espacio para mejorar el borrador
“En estos momentos es más probable una mejora” en el texto que “un descuento” sobre los elementos introducidos en el último borrador para el acuerdo presentado ayer por la presidencia británica, señaló Ribera sobre el conjunto de la propuesta de los anfitriones británicos de la COP26 para alcanzar un pacto.
Entre los puntos que Ribera consideró que no deberían de caer del borrador es la mención a la eliminación paulatina del carbón como fuente de generación y de los subsidios a los combustibles fósiles.
“El hecho de que la presidencia británica haya incluido este párrafo es importantísimo”, resumió.
La máxima responsable española en materia climática señaló, entre otros puntos, que no se ha cerrado aún el aspecto relativo a los mercados de emisiones de carbono, un asunto “técnicamente es complicado” pero fundamental en términos de “credibilidad”.
Área de “transparencia”
Se busca, en particular, evitar la “doble contabilidad, que los países no puedan computar las reducciones de emisión procedentes del Protocolo de Kioto tanto en el esfuerzo nacional con el que contribuyen a Naciones Unidas” como en su comercialización “en mercados internacionales”.
También está aún abierto, explicó, el área de “transparencia”, donde China busca “un poco más de flexibilidad en algunos aspectos” y existe un debate sobre si hay espacio para esa flexibilidad o si hay que “consolidar que las reglas sean las mismas para todos desde el primer momento con independencia de cuál sea el objetivo al que se hayan comprometido”.
Tampoco hay aún acuerdo en el capítulo de “pérdidas y daños” para asistir a los países vulnerables, aquellos que ya sufren el cambio climático de forma brutal y pueden incluso llegar a desaparecer, como algunas islas del Pacífico.
“Todavía hay mucho margen de mejora. Es un tema muy sensible, siempre lo ha sido y, desgraciadamente, cada vez lo es más”, agregó Ribera, que señaló que sí se ha “avanzado mucho” en materia de adaptación al cambio climático, ámbito en el que la ministra española actúa como “facilitadora” en la cumbre de la ONU.
Materia de adaptación y recursos disponibles
“Hay una gran diferencia entre las necesidades que tienen los países en materia de adaptación y los recursos disponibles”, por lo que no debería vincularse la financiación a la volatilidad de los mercados de carbono sino aportarse “de una manera estable, clara”, consideró.
La cumbre del clima de Glasgow busca desarrollar técnicamente el Acuerdo de París de 2015 para evitar que las temperaturas a final de siglo suban más de 2 ºC y hacer todo lo posible por limitar ese alza a 1,5 ºC respecto a los valores preindustriales.
La voluntad de la presidencia de la COP26 es cerrar el acuerdo mañana, viernes, pero no se descarta que se pueda alargar y algunos delegados están ya retrasando sus billetes de avión para abandonar el Reino Unido. EFEverde