Millones de mariposas monarca migran cada año entre Canadá y México, pero “de nada sirven los santuarios de hibernación si en el recorrido no se dan las condiciones” adecuadas de conservación, ha explicado a EFE el director del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza(FMCN),Lorenzo José Rosenzweig.
Rosenzweig, que acaba de recibir en Madrid el Premio a la Conservación de la Biodiversidad de la Fundación BBVA en la categoría Actuaciones en Conservación de Biodiversidad en Latinoamérica, ha manifestado en entrevista con EFE su preocupación por esta especie que protagoniza la migración más larga entre los insectos, al volar miles de kilómetros desde su entorno canadiense al altiplano mexicano para pasar el invierno.
Con objeto de garantizar su invernada es necesario que esté “la planta hospedera disponible, en abundancia y en distribución geográfica adecuada para que, en lugar de llegar un millón, lleguen los 100 o 200 millones de mariposas que deberían” hacerlo.
Según este líder conservacionista, es necesaria la participación de las comunidades locales y también fundamental la implicación del sector privado puesto que “muchos de los problemas ambientales” vienen dados por éste último.
Por ello, ha insistido en que queda “totalmente en manos de las autoridades de Estados Unidos, de Canadá y del sector corporativo agroindustrial” ya que éste emplea “cantidades importantes de herbicidas“.
Información estratégica
Para impulsar la protección de las mariposas monarca, el FMCN se encarga de facilitar “información estratégica para que quede claro cuál es la mejor alternativa en función del interés público“.
Esta institución aplica un sistema de pago por servicios ambientales -por el que se ha hecho merecedor del galardón BBVA-, gracias al cual se recompensa a la población local por combatir la deforestación en las zonas resguardadas para la hibernación de este lepidóptero.
El tratamiento, no obstante, “debe ser diferente” en el caso del sector privado, para el que se precisa una mayor responsabilidad de los gobiernos “que no están reflejando el interés público en la toma de decisiones a la hora de otorgar los permisos de aprovechamiento” a las multinacionales.

Después de más de 15 años de trabajo, la asociación civil ha logrado reducir “de forma significativa” la deforestación en la zona, lo que supone “una infusión de optimismo”, según Rosenzweig.
La mariposa monarca es uno de los símbolos de la lucha contra el cambio climático por las consecuencias que éste tiene sobre su evolución, ya que en los últimos años se ha registrado una importante pérdida de ejemplares por culpa de este fenómeno.
Esperanzas en la COP21
Por ello, a pocas semanas de celebrarse la Cumbre de París (COP21), el director del FMCN tiene la “esperanza de que cada país asuma el reto en la medida de sus posibilidades históricas“, aunque las decisiones que allí se tomen tarden tiempo en generar un efecto real sobre la naturaleza.
El objetivo de fondo para la institución que preside, puntualiza Rosenzweig, es concretar “cómo vamos a proteger” tanto a las mariposas como al resto de especies amenazadas.
En ese sentido, considera “valiosísimo” que el dinero del premio no esté exclusivamente condicionado a la conservación de la mariposa monarca sino que pueda ser extensible a otras iniciativas del FMCN, ya que supone un “voto de confianza para la asociación”, que destinará ahora parte de los fondos a otros proyectos de conservación. EFEverde
Debe estar conectado para enviar un comentario.