Efeverde.- La organización Sea Life Benalmádena ha organizado del 15 al 23 de octubre un programa de actividades para la conservación de la tortuga verde, ideadas para toda la familia para que, de una forma amena y divertida, descubra la importancia de proteger el medio ambiente marino.
Según Sea Life Benalmádena, la señal de alarma la han dado los científicos, que aseguran que la situación mundial de la tortuga verde es muy preocupante, especialmente una subpoblación en el Mediterráneo, catalogada como en peligro crítico.
Múltiples amenazas
Y es que las tortugas verdes son capturadas por su carne, caen víctimas de accidentes con las hélices de barcos, ahogadas en redes de pesca e incluso sufren la destrucción de sus nidos por los humanos.
En Sea Life Benalmádena “hemos organizado una serie de actividades para que aprendas divirtiéndote a conocer esta impresionante especie. Así podrás valorar por tí mismo lo importante que es cuidar el medio ambiente marino, que es vital para la supervivencia del planeta”, ha señalado María Morondo, directora de márketing de Sea Life Benalmádena.
“Estamos muy orgullosos de llevar a cabo campañas para alertar de los peligros de extinción de distintas especies marinas. En nuestro acuario tratamos de que todo el que nos visita tome conciencia de que es vital preservar las especies. Y, sobre todo, consideramos importante concienciar a los más pequeños de esta situación, y ellos a través de juegos y actividades son nuestros mejores aliados”, ha resaltado.
Sobre la tortuga verde
La tortuga verde (Chelonia mydas) es una tortuga marina que habita aguas costeras tropicales y subtropicales de todo el mundo.
Su nombre proviene no del color del caparazón, que es de color marrón u oliva en función de su hábitat, sino por el color verdoso de su piel y de la grasa que segrega en la parte inferior de su caparazón y que le proporciona ese color verdoso.
La tortuga verde puede llegar a alcanzar un peso de hasta 315 kilos, de hecho se encuentra entre las más grandes de las tortugas marinas, en concreto la tortuga verde del tanque oceánico de Sea Life alcanza los 90 kg de peso.
Su cabeza es proporcionalmente pequeña, no retráctil (no puede introducirse en el caparazón) y se extiende desde su caparazón en forma de corazón que mide hasta 1,5 metros.
Los machos son ligeramente más grandes que las hembras y tienen la cola más larga. Ambos tienen fuertes aletas similares a palas que los hace poderosos y elegantes nadadores.
Una vida difícil
Las tortugas verdes, al igual que otras tortugas marinas, realizan largas migraciones desde sus sitios de alimentación a las zonas de anidación, por lo general en playas de arena.
Para anidar, las hembras salen del mar y eligen un área, a menudo en la misma playa utilizada por sus madres, cavan un hoyo en la arena con sus aletas, lo rellenan con entre 100 y 200 huevos para después tapar ese hueco y volver al mar.
Los huevos eclosionan pasados unos dos meses y ese es el momento más peligroso en la vida de una tortuga verde, cuando hace el viaje desde el nido al mar, pues es en ese corto trayecto cuando sus depredadores, entre ellos cangrejos y bandadas de gaviotas, se alimentan vorazmente de las crías.
No obstante, la eclosión de todos los huevos a la vez puestos por decenas de tortugas es lo que permite que aunque muchas recién nacidas sean cazadas en un gran festín por sus depredadores, el porcentaje de pérdidas sea insignificante y se pueda mantener la población de estas tortugas.