La comarca del Camero Nuevo, apenas a 50 kilómetros de Logroño, alberga el único Parque Natural de La Rioja: el de Sierra Cebollera, un emplazamiento singular en el Sistema Ibérico desde el punto de vista geológico, pues alberga los conocidos como hoyos o formaciones glaciares ubicadas por encima de los 2.000 metros de altura dentro de sus cerca de 24.000 hectáreas de extensión.
Ésta es la superficie del parque como tal, ubicado en el alto valle del río Iregua, en la vertiente norte de la Sierra Cebollera, pero ésta posee en realidad un tamaño de casi 107.000 hectáreas, limitando al sur de esta comunidad autónoma con las provincias castellanoleonesas de Burgos y Soria.
Este espacio ubicado entre los municipios de Villoslada de Cameros y Lumbreras es uno de los principales valores ecológicos riojanos, con grandes bosques en los que predominan las hayas, los robles y los pinos, aunque también hay abedules, tejos, fresnos o serbales entre otros tipos de árboles, en un ambiente con abundancia de agua por los numerosos arroyos de montaña, saltos e incluso pequeñas cascadas.
Es el hábitat natural para multitud de especies tanto de flora como de fauna (ciervos, jabalíes, perdices pardillas, zorros, desmanes, nutrias e incluso visones europeos, entre otras especies) y, además, junto con las sierras de Cameros, Urbión y Demanda forma una ZEPA o Zona de Especial Protección para las Aves en la que se puede disfrutar de la observación de azores, gavilanes, águilas, búhos…
El paisaje actual se ha recuperado tras siglos de fuerte actividad de trashumancia en esta zona, que ha dejado ecos en forma de ermitas, chozas de pastores o corrales.
En Villoslada de Cameros, dentro del parque de Sierra Cebollera, se encuentra El rincón de María, una casa rural “que pusimos en marcha porque la naturaleza y el monte nos apasionan”, afirma su responsable Manuel López, “y estamos al lado del centro de interpretación donde se proyectan audiovisuales y se organizan actividades educativas y exposiciones sobre los recursos naturales de la zona…, de hecho, caminas doscientos metros y estás ya dentro del bosque.”
López confirma que la zona está especialmente recomendada para todos aquéllos apasionados por las experiencias al aire libre, máxime en las próximas semanas pues “ahora viene la época de setas y hongos y, también, la berrea…, escuchar los mugidos de los ciervos en celo mientras paseas por la sierra es simplemente espectacular.”

Pero septiembre es también el mes de la vendimia, una ocasión óptima para hacer turismo enológico además del ecológico, sobre todo disponiendo de opciones como las de San Asensio, en la comarca de Haro, “donde existen bodegas del siglo XVI restauradas en las que se explica la elaboración del vino e incluso se puede ver el pisado tradicional de la uva, y Briones, un pueblo para revivir la Edad Media y que cuenta con su museo Vivanco de la cultura del vino”.
Entre las recomendaciones para los visitantes figura el propio Logroño, “que está muy cerca de nosotros y que alberga un importante patrimonio cultural” además de una peculiar “senda de los elefantes” en la calle Laurel, así llamada no porque alguna vez hubiera paquidermos en la zona sino porque esta avenida alberga 60 establecimientos hosteleros de los cuales 13 son restaurantes y, el resto, bares: “por eso la tradición popular advierte de que si intentas visitarlos todos el mismo día, aunque sea tomando una sola copa de vino en cada uno, lo normal será que salgas con una ‘trompa’ enorme y a cuatro patas, como los elefantes…”
De todas formas, los ecoturistas que acuden hasta este establecimiento, son más partidarios de la tranquilidad y la observación del entorno natural, el senderismo o la bicicleta de montaña y, en época invernal, de las raquetas de nieve, el esquí de fondo y hasta los trineos con perros.
No faltan las actividades culturales o históricas en un entorno próximo, como Anguiano (donde a finales de julio y durante las fiestas de La Magdalena, patrona de la villa, se practica la famosa danza de los zancos que se cree es la tradición riojana más antigua registrada), el monasterio de Valvanera (habitado desde hace más de mil años, excepto durante el período de exclaustración de Mendizábal durante la segunda mitad del siglo XIX) o a San Millán de la Cogolla (con los monasterios de Suso y Yuso que albergan valiosos manuscritos y códices como las Glosas Emilianenses).
El Rincón de María es uno de los alojamientos incluidos en la web www.clubrural.com, uno de los mayores buscadores de Europa dedicado a la promoción del turismo rural en España; con este destino cerramos la serie de recomendaciones para un verano verde en alojamientos rurales que hemos publicado durante los viernes de julio y agosto.
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