Miren Gutierrez*.- Especial para EFEverde.- Los gobiernos de los países del G-20 se gastan $88 mil millones al año en subsidiar la exploración de combustibles fósiles. Esto es una pesima política encomica y, además, podría tener consecuencias desastrosas para el clima.
Un nuevo informe del Overseas Development Institute (ODI) y Oil Change International documenta, por primera vez, la desmesurada escala de los subsidios a la exploración de combustibles fósiles en los países del G-20. Los datos señalan que dinero público en estos países se emplea para ‘rescatar’ a empresas intensas en carbono y apoyar inversiones no rentables, en vez de dedicarse a limitar el aumento de la temperatura global a no más de 2 °C. Ello ademas contraviene un compromiso de eliminar estos subsidios ´ineficientes´ contraído por estos países en 2009.
Una exploración de nuevas reservas de petróleo, gas y carbón cada vez más difícil –con un aumento de los costes—, junto a la caída de los precios de los combustibles, solo tienen sentido económico para las empresas si estas son generosamente subvencionadas por fondos públicos. Sin embargo, para el resto de la sociedad resulta poco rentable. Esto es especialmente asi si se tiene en cuenta que la mayoría de las reservas existentes deben quedarse donde están si el mundo ha de evitar un cambio climático peligroso, según señalan los datos científicos.
Entretanto, el informe (titulado ´El rescate de los combustibles fósiles: Los subsidios del G20 a la exploración de petróleo, gas y carbón) indica que los costos de las renovables son cada vez más bajos y las inversiones en renovables, más rentables. Cada dólar publico invertido en subsidiar energías renovables atrae 2,5 dólares en otras inversiones, mientras que cada dólar canalizado hacia en combustibles fósiles solo genera 1,3 dólares.
Una de las autoras del informe, Shelagh Whitley –del ODI—asegura que, ´frente a la percepción de que las renovables son costosas, nuestra investigación prueba la búsqueda de combustibles fósiles está costando 88 mil millones de dólares a los países del G-20. Eliminar esos subsidios podría permitir a las renovables competir realmente con los combustibles fósiles´.
Algunos de los hallazgos del informe incluyen:
- Las 20 mayores compañías privadas de gas y petróleo invirtieron globalmente solo 37 mil millones de dólares en exploración de combustibles en 2013, menos de la mitad de lo que están gastando los gobiernos del G-20 en subvencionar esa misma actividad al año. Esto sugiere que la exploración petrolífera depende grandemente de las subvenciones.
- Estados Unidos puso unos 5,1 mil millones de dólares anualmente en subsidios nacionales para la exploración petrolífera en 2013, casi el doble que en 2009.
- Rusia proporciona 3,4 mil millones de dólares al año en forma de subsidios nacionales a la exploración de combustibles fósiles, incluyendo el campo de exploración Prirazlomnoe en el Ártico, que ha sido catalogado como de dudoso valor comercial.
- Gran Bretaña ha introducido subsidios a la exploración valorados en 1,2 mil millones de dólares al año. Estos incluyen generosas exenciones fiscales a las exploraciones en el Mar del Norte a Total (HQ Francia), por valor de 838 millones de dólares; a Statoil (Noruega), por valor de 407 millones; a Centrica (GB), por valor de 229 millones; y a Chevron (EEUU), por valor de 72 millones, entre 2009 y 2014.
Para colmo, otros 521 millones de dólares son también canalizados desde los países del G-20 hacia la exploración de combustibles fosiles a través de bancos de desarrollo multilaterales, dos tercios de los cuales son responsabilidad del Banco Mundial.
En definitiva, este tipo de subsidios debe terminar definitivamente, porque no solo van en contra de las políticas del Banco Mundial, sino que no tienen ninguna razón económica.
*Miren Gutiérrez es Directora de Comunicación del Programa para el Clima y el Medioambiente del Overseas Development Institute en Londres, Gran Bretaña.