La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, cree que es necesaria una "mayor velocidad de crucero" en la transformación hacia una movilidad más sostenible.
En la inauguración de la tercera jornada de la Global Mobility Call, Ribera ha destacado que el de la movilidad es uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la sociedad, y aunque se ha avanzado mucho, "aún no a la velocidad adecuada".
Es preciso dar un impulso a la curva de aprendizaje, ha dicho, para asegurar que las tecnologías más sostenibles e innovadoras son también viables, y también es fundamental renovar en materiales y rendimientos.
"La circularidad de los microchips, la eficiencia o el hidrógeno son algunos de los desafíos que, también en movilidad, tenemos por delante", así como generar la posibilidad de encontrar nuevos nichos de negocio que apuesten por la innovación.
Ribera plantea medidas "a cortísimo plazo"
Para ello es preciso actuar a medio y largo plazo pero también "a cortísimo plazo", donde hay que combinar las propuestas de transporte colectivo, ferrocarril, urbano y metropolitano, porque todo tiene su impacto.
Ribera ha reiterado el compromiso de España con el vehículo eléctrico, y su convicción de que en 2023 habrá circulando 250.000 coches de este tipo, una industria "potente" en nuestro país, "no sólo por las casas que ensamblan piezas sino el conjunto de elementos que nos permiten llevar a cabo esta tarea".
No obstante, Ribera ha admitido que es preciso actualizar las infraestructuras de recarga, tanto en carretera como un zonas urbanas, y ha apuntado al segundo semestre de 2022 como el de la "revolución" de estos servicios, sobre los que ayer mismo se creó un grupo de trabajo.
Ribera ha apuntado también a la necesidad de profesionales "con muy alta cualificación", ya que "una transformación al ritmo requerido necesita los profesionales adecuados". EFEverde
