El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha propuesto que se dote a los agentes forestales y medioambientales de un estatuto básico de ámbito estatal que, entre otras medidas, permita a estos profesionales llevar armas en su actividad.
Pepe Álvarez, que ha mantenido un encuentro con agentes medioambientales en la base de extinción de Villardeciervos (Zamora) y previamente ha ofrecido una rueda de prensa en Zamora, ha pedido a las comunidades autónomas que “no pongan problemas” a la hora de dotar a esos agentes de un marco regulador estatal.
Ha defendido la necesidad de que, aunque las competencias en ese ámbito sean autonómicas, exista una “ley básica para los cuerpos de agentes forestales” de ámbito nacional.
A su juicio, no se trata de quitar competencias a las comunidades autónomas sino de crear un marco legal que dote de “unos derechos mínimos” a los profesionales de un cuerpo como el de los agentes forestales que va a cumplir 150 años en España y que es “bastante desconocido”.
Importante papel en labores de extinción
Ha asegurado que, aunque los agentes medioambientales son “el cerebro del proceso de extinción” de incendios forestales, se visualiza mucho más el trabajo de quienes apagan el fuego y de otros cuerpos como el de los militares de la UME.
“Se trata de un estatuto para que se proteja a quienes nos tienen que proteger”, ha razonado Pepe Álvarez, quien ha avanzado que plantearán la necesidad de esta normativa en la reunión que esperan mantener con la ministra para la Transición Ecológico y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, en septiembre.
Ha subrayado la importancia del trabajo de los agentes medioambientales en el mantenimiento de los ríos, la biodiversidad y la preservación de especies en peligro de extinción, lo que justifica una ley estatal para que puedan desarrollar su trabajo “con plenas garantías”.
También ha recordado el carácter de “agentes de la autoridad” de estos profesionales para defender que “tiene todo el sentido que lleven armas” en su trabajo, máxime cuando uno de los colectivos con los que tienen que actuar es el de los cazadores, que las llevan, por lo que “parece razonable” que ellos también dispongan de ellas. EFEverde