Noviembre 1913:Machado firma este poema pegado al alma de la tierra
Un año más. El sembrador va echando
la semilla en los surcos de la tierra.
Dos lentas yuntas aran,
mientras pasan las nubes cenicientas
ensombreciendo el campo,
las pardas sementeras, los grises olivares.
Por el fondo del valle, el río el agua turbia lleva.
Tiene Cazorla nieve, y Mágina, tormenta; su montera, Aznaitín.
Hacia Granada,
montes con sol, montes de sol y piedra.