La serie de sismos que afectan al golfo de Valencia no han afectado a la central nuclear de Vandellòs II ni a la plataforma petrolífera Casablanca, que Repsol instaló frente al delta del Ebro, en Tarragona, han confirmado a Efe fuentes de ambas instalaciones.
La central nuclear de Vandellòs II cuenta con sistemas de alerta propios sobre los movimientos sísmicos por diseño de la central, que no se rigen por la escala de Richter, ya que ésta solo mide la intensidad de los movimientos sísmicos, pero no su tiempo.
Los detectores de Vandellòs relacionan ambos parámetros, intensidad y tiempo, para determinar si puede afectar a la resistencia de la central, han explicado a Efe fuentes de la Asociación Nuclear Ascó Vandellòs (ANAV), que gestiona la planta.
Estos sistemas no se han activado en ningún momento, pese a que la zona del Golfo de Valencia ha registrado más de 400 sismos desde el pasado 8 de septiembre.
Las mismas fuentes de ANAV recuerdan que tanto Vandellòs como Ascó I y II (centrales que también gestionan) superaron con éxito las pruebas de resistencia y robustez tras el accidente sufrido por la central japonesa de Fukushima.
Pese a que los sismos no afectan a la central, los dos inspectores residentes han intensificado su vigilancia sobre estos sistemas y mantienen una comunicación constante con el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) por precaución, añaden las mismas fuentes.
Por su parte, la plataforma petrolífera Casablanca, a unos 50 kilómetros de la Costa de Sant Carles de la Ràpita, tampoco ha acusado ningún efecto sísmico, según un portavoz de la compañía Repsol, titular de la plataforma.
La instalación está anclada en el fondo marino, por lo que las oscilaciones son habituales y ni la plantilla ni los sistemas de seguridad, reforzados y modernizados recientemente, han percibido temblores ni movimientos sísmicos.
El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballestertos (PSC), ha advertido hoy de que “no quiero ser alarmista, pero entre el Ebro y el Penedès hay una central nuclear”. EFE
