Madrid (EFE).- El robo del agua y la proliferación de pozos y agricultores ilegales son hoy una gran amenaza para Doñana, la mayor reserva ecológica de Europa, declarada Patrimonio de la Humanidad, y cuando se cumplen 50 años de ser catalogada como Reserva Natural. Así lo advierte el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, en un artículo publicado en Firmas de EFE (texto completo en www.efeservicios.com y en Creadores de Opinión Verde de EFEverde), titulado “Doñana, 50 años de lucha por su supervivencia”.
Si bien aquella declaratoria, en 1968, salvó ese gran espacio de 100.000 hectáreas: unas marismas que dan refugio a más de seis millones de aves migratorias cada año y unos bosques que son hogar de especies de extinción como el lince ibérico o el águila imperial, hay otra realidad: “Doñana se seca”.
Además, agrega Del Olmo, “los proyectos de almacenamiento de gas o minería ponen en peligro su supervivencia”.
“El crecimiento descontrolado y, en muchas ocasiones, ilegal, de regadíos a partir de la década de los 80, con la proliferación de más de mil pozos ilegales y la falta de gobernanza y control en el uso del agua, han ocasionado que más de la mitad de las zonas del acuífero de Doñana hayan empeorado en los últimos 24 años”, dice el experto.
Según el representante de WWF, “esta situación ha alimentado el crecimiento y consolidación de los ´agropiratas´: agricultores ilegales que en clara competencia desleal, perjudican incluso a agricultores legales, poniendo en riesgo el sector fresero”.
Del Olmo denuncia “la absoluta impunidad reinante tras años de permisividad e inacción por parte de la Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente hoy del Ministerio de Transición Ecológica”.
También llama la atención sobre “la existencia de prácticas mafiosas” y habla de “crítica situación”, al indicar que las administraciones “están perdiendo el control del territorio”.
Del Olmo detalla que entre 2016 y 2018 se registraron “365 nuevas hectáreas de regadíos intensivos, de las cuales más de la mitad son ilegales”; además de “más de 2.000 pozos ilegales y balsas de regadío que acaparan el agua que debería llegar a la marisma”.
“Doñana ha perdido más del 80% de sus marismas y el 90% de sus lagunas estacionales desde principios del siglo XX”, recuerda Del Olmo, al citar el informe de WWF “Salvemos Doñana. Del peligro a la prosperidad”.
El representante de WWF concluye que “las medidas adoptadas hasta el momento por la Junta de Andalucía y el Ministerio de Transición Ecológica no son suficientes”. EFE
Erm
