Más del 45 % del consumo energético en las viviendas proviene de la utilización de electrodomésticos, desenchufarlos cuando ya no se utilizan o al final del día supone un ahorro en la factura de la luz y para el planeta, unas prácticas recomendables en el marco del Día del Ahorro energético que se celebra hoy.
El precio de la electricidad ha aumentado, según el Índice de Precios del Consumo (IPC) del mes de septiembre, pese al abaratamiento del gasóleo y el gas, situación que los expertos recomiendan tomar en cuenta a la hora de vigilar el consumo de luz en los hogares.
Un consumo de electricidad que se ha incrementado con el confinamiento por el coronavirus Covid-19 para evitar la propagación del contagio tanto en centros escolares como puestos de trabajo.
Ahorro energético
Entre las recomendaciones de los expertos para fomentar el ahorro de energía en los hogares están: apagar totalmente los electrodomésticos como la televisión, el lavavajillas, la lavadora o el ordenador, así como cualquier dispositivo y cargadores de aparatos una vez finalizado su uso.
Algunos artículos electrónicos "extraen electricidad" de la toma de corriente, incluso cuando están apagados o en "stand-by", por eso se les conoce como los "vampiros electrónicos", según Sandra Manrique, Communications Manager de la start up de energía Bulb España.
Desenchufar los electrodomésticos y los dispositivos reduce la factura de la luz en 7,45 euros al año, sino también supone ahorrar al planeta hasta 28,5 kilogramos de emisiones de dióxido de carbono (CO2), según Manrique.
Asimismo, con la calefacción, ahora que muchas familias permanecen en la vivienda por el cierre de centros de educación o de trabajo, se recomienda utilizar más ropa de abrigo con el objetivo de evitar mantener la calefacción encendida muchas horas al día, según la empresa.
Es necesario quitarse de la cabeza que en invierno se puede estar solo en camiseta porque el gasto energético puede ser muy alto, y un jersey grueso permitirá bajar hasta un grado el termostato y ahorros en la factura.
Sandra Manrique señala que la mejor opción es tener un termostado o control individual de la calefacción, así se puede configurar para que se encienda 30 minutos antes de despertarse y luego que se apague dos horas más tarde.
De esta forma, la casa mantendrá el calor residual sin gastar más energía.
Mantener la televisión encendida una hora consume 6,1 kilovatios de electricidad, apagarla, aparte del ahorro, puede facilitar el desarrollo de actividades alternativas de ocio o simplemente el salir a dar un paseo.
No obstante, el ahorro también puede darse con una ducha corta de seis minutos. Una ducha representa el 34 % del consumo de agua en los hogares españoles, acortar el tiempo de la misma supondrá un ahorro de agua y de energía.
Aislar bien las viviendas
Desde Bulb recomienda, asimismo, cerrar bien puertas y ventanas, y aislar las posibles pérdidas con la fabricación de cojines aislantes para colocar en el suelo y así evitar la salida del aire caliente.
Recomiendan asimismo cambiar a la energía verde, más aún en los meses de invierno y frío que han iniciado con la entrada del otoño, lo que supone un ahorro en la factura, y la reducción de la huella de carbono.
Por otra parte, los edificios y la construcción son responsables del 39 % de las emisiones mundiales de carbono por el consumo energético.La entrada en vigor en junio pasado del nuevo código de construcción, supone que muchos edificios deberán incrementar el aislamiento térmico.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el 60 % de las edificaciones se construyeron sin normativas de eficiencia energética, adaptar los edificios antiguos a la nueva normativa puede suponer un ahorro de hasta un 80 % de las emisiones. EFEverde
