El primer ejemplar vivo de náyades, de la especie margaritifera auricularia, ha aparecido en el río Ebro, a su paso por Navarra.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) informa hoy en un comunicado de que ha detectado nuevas poblaciones de náyades en el río, con lo que se ha constatado que esta especie es viable en el cauce principal a pesar de encontrarse en peligro de extinción y sufrir la amenaza de las especies invasoras, como el mejillón cebra y la almeja asiática.
La Confederación informa de que ha realizado prospecciones en 67 tramos entre Novillas y Escatrón (Aragón) y Castejón y Cortes (Navarra) para conocer la composición, distribución y abundancia de las cuatro especies de grandes bivalvos de agua dulce: margaritifera auricularia, unio mancus, potomida littoralis y anodonta anatina.

El ejemplar hallado en el cauce principal del Ebro es relativamente joven, de unos 15 años. Esta especie tiene un periodo de vida de unos cien años.
Las prospecciones realizadas en Aragón y Navarra las ha ejecutado un equipo técnico que incluye especialistas en biología y actividades subacuáticas, con gran experiencia en esta materia.
Los técnicos han constatado que las náyades pueden vivir en el río pero que buena parte de los ejemplares localizados tenían adherido a sus conchas uno o más mejillones cebra, a pesar de que no había colonias densas de éstos en las cercanías.
Además, la almeja asiática tapiza el lecho fluvial en la mayoría de los tramos con náyades, alterando así el ecosistema fluvial natural. EFE
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