Chozpar, cuquiar, trisar, himplar y barritar, así se expresan los animales en sus diferentes, poderosas y emocionantes voces:Barrita el elefante; himpla el leopardo; trisa la golondrina; cuquia el cuclillo y chozpa el cabrito.

Lo explica muy bien el “Compendio ilustrado y azaroso de todo lo que siempre quiso saber sobre la lengua castellana”, que acaba de editar la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) en colaboración con Editorial Debate, y que recoge algunas píldoras de conocimiento lingüístico orientadas a las dudas más comunes, los errores más habituales o los aspectos más curiosos del español.
En lo que concierne a los animales refiere que las voces no tienen por qué estar en principio relacionadas con el sonido real que emiten.
Así nos encontramos con que el cerdo, animal gastronómico por excelencia, gruñe cuando se queja, guarrea chilla o verraquea cuando está enojado y guañe si es todavía un lechal.
El astuto cocodrilo llora; el inteligente gato maúlla, bufa o fufa cuando resopla, y ronronea, maya y marramiza cuando está en celo.
Mientras la exquisita perdiz cuchichia, titea, y ajea cuando huye, o serra, cacabea y castañetea cuando el macho hace un chasquido con el pico.
Pero también guarrea el temido lobo, además de aullar, ulular y otilar; y croa, groa, charlea y canta la escurridiza rana.EFE