Las prioridades de los países que participan en las negociaciones en la XXV Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25) dependen de la “realidad” de cada uno de ellos, lo que les convierte al mismo tiempo en “parte de la solución y del problema”.
Así lo ha manifestado en una entrevista con Efe el copresidente del Grupo de Trabajo de Inventarios del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el peruano Eduardo Calvo, quien considera que los problemas medioambientales “ocupan un rol menor, un añadido” frente al resto de desafíos de los gobiernos.
El conjunto de los problemas -sociales, económicos e institucionales- a los que se enfrentan los gobiernos en la actualidad puede haber sido uno de los motivos por los que la sociedad no ha escuchado a la comunidad científica, según Calvo.
También ha recalcado que “cuando se afrontan problemas de pobreza, desempleo, calidad de vida y servicios públicos, el medio ambiente pasa a un segundo plano”.
Calvo, que ha participado en algunos de los informes del IPCC, espera que esta COP “sirva para completar la reglamentación del Acuerdo de París”, aprobada en Katowice (Polonia) el año pasado, así como “áreas que permanecen abiertas y que reflejan tensión entre los países y las regiones”.
Mercado de Carbono
El tema principal que ha mantenido la atención de los medios durante la COP25 han sido los conocidos como mercados de carbono, una forma de cooperación internacional que “puede ayudar a los países que tienen dificultades para disminuir emisiones“, ha explicado.
Pese a ello, el también profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima (Perú) ha reconocido que los mercados de carbono “dependen de la buena voluntad de los países” para llegar a un acuerdo, porque “si ponemos una excesiva carga administrativa, lo vamos a burocratizar tanto que no va a tener trascendencia”.
“Se deberían impulsar los mejores esfuerzos para centrarse en el interés colectivo, y no en el particular”, ha aseverado.
Si los países no reducen las emisiones de gases en las próximas décadas, “habrá consecuencias en los ecosistemas naturales y en los sectores productores de la economía”, ha destacado Calvo, una situación que puede “incrementar el nivel de sufrimiento de las personas que ya son marginales en la actualidad”.
“Cada contribución cuenta”
Para poder avanzar en mitigación y adaptación al cambio climático “es importante que todo el mundo actúe”, ha recalcado Calvo, quien se ha referido a los gobiernos nacionales, regionales, el sector privado, la administración pública y la sociedad, porque “cada contribución cuenta”.
En este sentido, el papel de los jóvenes en todo el mundo es “muy importante”, pero Calvo ha querido destacar especialmente el rol que deben desempeñar la juventud en Asia, América Latina o África, que es “más vulnerable al cambio climático” y van a tener que tomar las riendas de “problemas que no se están solucionando ahora”, por lo que “deben reclamar a las generaciones mayores un planeta manejable”. EFEverde
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