Seis años después de su última paternidad y tras la muerte en febrero pasado de América, su pareja, Colón, el macho de halcón peregrino del Museo de América de Madrid vuelve a ser padre junto a una joven hembra, proveniente de un nido de Leganés y anillada hace dos años.
Ambos progenitores han logrado sacar adelante a tres nuevos pollos de esta rapaz en peligro de extinción, que en la ciudad de Madrid cuenta ya con ocho parejas -en 2008 había tres- y otras cuatro en la provincia, concretamente en Leganés, Fuenlabrada, Alcobendas y Parla.
Halcones de ciudad
¿Y qué es lo que ofrece una ciudad como Madrid a estos peregrinos?. “Sobre todo comida”, explica Arantxa Leal, bióloga de SEO/BirdLife, quien, junto a veterinarios del Centro de Recuperación de Rapaces Brinzal, han pesado, anillado, tomado muestras analíticas y controlado parásitos intestinales en los tres nuevos “tesoros” del Museo de América.
“Este lugar les permite acceder a una gran área de campeo donde tienen mucho alimento -señala la bióloga-, ya que el Parque del Oeste está plagado de palomas, cotorras y otras aves que los halcones cazan en vuelo y este edificio alto simula su ecosistema natural, los acantilados”.
Además, “no tienen depredadores naturales aquí, porque el búho real está entrando en Madrid, pero su densidad aún no supone un peligro para la supervivencia de la especie”.

Una nueva familia
Expertos escaladores han descolgado de la caja-nido instalada en 2007 por SEO/BirdLife en una de las torres del museo a los pollitos, que, con aproximadamente un mes de vida, presentan ya unas potentes garras y pico y están casi emplumados.
Su padre, Colón, es conocido en la zona, pues desde ese mismo año empezó a criar junto a América y lo hicieron cada temporada hasta hace seis años, en que los huevos empezaron a no eclosionar, probablemente por la edad avanzada de la hembra, que finalmente murió este febrero pasado.
“Cuando recogíamos los huevos, veíamos que estaban fecundados pero dañados en la cáscara y no llegaba a evolucionar el embrión”, subraya Arantxa Leal; por eso, “este año hicimos una mejora, pusimos más tierra en la caja para evitar que se movieran”.
Esta decisión, unida a la llegada al territorio de la nueva hembra, ha propiciado que Colón vuelva a formar familia casi “in extremis”, pues “copularon en plena época de cría”.
Los biólogos de SEO/BirdLife desconocen la causa exacta de la muerte de América, pero no descartan que fuera incluso atacada por la nueva inquilina del Museo de América; ahora Colón y su pareja han ocupado otro “apartamento”, ya que las torres del museo cuentan con dos cajas-nido.
Seguimiento de la especie

Su colocación, explica la ONG, es una de las actuaciones que se llevan a cabo para contribuir a la conservación de la especie, pues, pese al incremento de su presencia en ciudades como Madrid o Barcelona, presenta un declive en números generales y son demasiadas las parejas que fracasan en su intento de reproducción.
Y son factores vinculados a la acción humana los que están detrás de su retroceso, como el uso de pesticidas y plaguicidas en el medio agrario y presentes después en el organismo de sus presas.
No obstante, SEO/BirdLife ha comprobado que “los juveniles que nacen en ciudad vuelven a ciudad” y en el caso de una pareja de Alcalá de Henares, el macho era el más antiguo de Europa; “ahora le hemos perdido la pista pero estuvo allí durante 17 años”, afirma Arantxa Leal.
En España, se calcula que existen unas 2.800 parejas de halcón peregrino, con mayor densidad de población en perímetro peninsular y Baleares, donde nidifica en cortados montañosos y acantilados costeros. EFE
Tres pollos de halcón peregrino, los nuevos inquilinos del @MuseoDeAmerica Con @SEO_BirdLife y @buhos_Brinzal https://t.co/LPieRJpImO
— EFEverde (@EFEverde) May 13, 2019
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