La conveniencia económica gana la batalla al consumo responsable y sostenible y es la principal razón para la compraventa de objetos de segundo mano, según un estudio elaborado por la plataforma de software empresarial GetApp.
De acuerdo con este informe, la venta de productos usados obedece sobre todo a prioridades económicas -especialmente, obtener un ingreso extra (49 %), mientras que solo un 26 % de las personas encuestadas en este trabajo incluyen la sostenibilidad como motivo principal.
En cuanto a la compra, el 41 % de los consumidores afirma comprar artículos de segunda mano por el ahorro económico que supone y únicamente tres de cada diez aluden a motivos medioambientales para adquirir artículos usados: de ellos, un 15 % lo hace por sostenibilidad y un 14 % por prolongar el ciclo de vida del producto.
Según los datos recogidos, un 88 % de los españoles se esfuerza todo lo posible por prolongar ese ciclo de vida y un 85 % suele regalar o donar los objetos que ya no utiliza.
Sin embargo, una gran mayoría no contempla compartir el uso de sus cosas con otras personas y, así, un 77 % no está interesado en alquilar su ropa y un 59 %, sus aparatos electrónicos.
El análisis, que mide también los principales canales de compraventa de segunda mano, destaca que más de la mitad de los consumidores (57 %) prefiere las plataformas en internet, aunque también usa las tiendas físicas (47 %), y un 43 % se decanta por los mercadillos.
Si bien a la hora de comprar “existe equilibrio entre el uso de canales" físicos y digitales, a la hora de vender los consumidores prefieren más los canales virtuales, sobre todo a través de las plataformas de segunda mano (65 %) y las especializadas en un sector (29 %).
En cuanto a la frecuencia en la compra, un 48 % siempre considera una opción la segunda mano, un 31 % no compra habitualmente estos artículos y a un 12 % de consumidores no le interesa.
El informe señala también, en relación con la restauración y la alimentación, que existen "posiciones divididas" ante "formas de actuar que podrían evitar el desperdicio de alimentos" y, así, un 19 % usa aplicaciones y sitios web en los que se pueden comprar antes de que se echen a perder.
No obstante, un 36 % las conoce pero no las utiliza, otro 34 % no ha tenido noticia de ellas pero le gustaría y a un 11 % ni siquiera le interesaría utilizarlas.
“El precio de venta de los productos con fechas próximas a expirar suele ser inferior, su ahorro económico no anima a comprar y vender tanto como sí lo hace con otros productos de segunda mano, como electrónica o ropa”, concluye el documento. EFEverde
