Efeverde.- Los daños medioambientales que la bahía de Asunción ha sufrido a partir de la construcción de una carretera afectan a miles de aves migratorias en su recorrido por toda América, explicaron hoy a Efe especialistas de la materia.
El rugido de los vehículos que transitan a gran velocidad por la avenida que rodea la bahía de Asunción contrasta mucho con la tranquilidad que se respira en los humedales del Banco San Miguel, situados frente a la vía a orillas del río Paraguay.
En el periodo anterior a la construcción de la avenida, del 2000 al 2004, la ONG ambientalista Guyra Paraguay registraba al año hasta 3.000 aves migratorias, que viajan más de 10.000 kilómetros desde el norte del continente americano y utilizan los humedales de esta zona del país para alimentarse.
En 2005, unas 300 hectáreas del Banco San Miguel fueron consideradas como reserva ecológica, por su alta concentración de biodiversidad y su importancia en la conservación de cerca de 290 especies de aves, según la organización.
Entre estas especies se incluyen unos 110 tipos de aves migratorias que incluyen a los humedales como parte de su larga ruta a través del continente, siendo la biodiversidad del sitio su fuente de descanso y alimento.
Cada año, las aves que transitaban o anidaban permanentemente por la zona se veían cada vez más amenazadas por el aumento constante de la contaminación, que marca el paso al rápido crecimiento de la capital paraguaya.
Estos datos no frenaron al proyecto de construcción de la avenida Costanera en Asunción, que pretendía dar una solución vial al sofocante tráfico de la ciudad, y proporcionar además a sus habitantes una infraestructura para deleitarse con los paisajes del río Paraguay.
Así, en el 2011, las máquinas de dragado interrumpieron la tranquilidad de la reserva ecológica, destruyendo alrededor del 70 por ciento de los humedales, aseguró a Efe Evelyn Brítez, de Guyra Paraguay.
Brítez agregó que lo que antes era un desnivel gradual en la costa que formaba una playa, ahora quedó en un barranco de aproximadamente 13 metros de profundidad.
Los especialistas consideran que este es uno de los motivos por los cuales durante el periodo del 2010 al 2014, el número de avistamientos de aves migratorias descendió drásticamente a un máximo de 500 individuos.
“Hay una reducción en el número de individuos, estamos registrando que muchas especies están viniendo, pero el número no es el mismo que antes”, explicó a Efe el biólogo de la ONG, Hugo Cabral.
Entre las aves afectadas se incluye una catalogada como “casi amenazada” por Birdlife International, el Playerito canela.
Esta pequeña ave, con un cuerpo de no más de 17 centímetros y un plumaje “manchado” de negro, atraviesa todos los años el continente americano, desde Alaska o Canadá hasta el sureste de Paraguay, Argentina y Uruguay.
Guyra Paraguay, con el apoyo de la Secretaría del Ambiente de Paraguay, la Municipalidad de Asunción, y el Ministerio de Obras Públicas impulsa desde el pasado año la construcción de un dique que recree el hábitat original de las aves.
De esta forma, además del tránsito rápido de vehículos que circulan por los casi 4 kilómetros de capa asfáltica contigua a la reserva, cientos de aves podrán recuperar parte de su ruta, que los especialistas consideran vital para su supervivencia. EFE
mrs/msd/cho