La plaga “más peligrosa del mundo para el castaño”, la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus), ha sido detectada en Málaga lo que significa que “avanza rápidamente” desde que apareciera por primera vez en Cataluña, según el comunicado que ha hecho público este viernes la Red Estatal del Castaño.
El riesgo de esta plaga es que reduce hasta en un 80 % la productividad de esta especie, tan importante en la economía de las áreas rurales: en el caso catalán afecta a más de 40.000 hectáreas.
El comunicado señala que en agosto del año pasado el Gobierno de Cantabria publicó una orden en la que establecía la delimitación de las zonas afectadas y las medidas inmediatas de control, siguiendo las establecidas por la Decisión UE 2006/464/CE, de 27 de junio de 2006.
Sin embargo, “no son suficientes para frenar la propagación de la avispilla, y por tanto evitar una catástrofe ambiental y económica sin precedentes en un sector con tanto potencial económico como es el castaño”, han advertido.
La Red Estatal del Castaño, órgano que agrupa a los representantes del sector de la castañicultura de las regiones productoras de castaña más importantes de España, ha insistido en que esta detección confirma la importante extensión de la plaga por diferentes zonas del territorio nacional.
Por ello considera “urgente” establecer medidas que minimicen su rápida propagación y el control inmediato de esta especie invasora, originaria de China, pero que lleva presente en Europa desde 2002, año en que fue detectado por primera vez en Italia.
Medidas urgentes
Esta entidad solicitará al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente la puesta en marcha de medidas que contemplen, entre otras, una estrategia de erradicación y control de esta especie invasora de forma coordinada con las diferentes comunidades autónomas.
Además, pedirá la ejecución de otras iniciativas para ello, incluida la ejecución de un programa de control biológico, único método que se ha revelado eficaz hasta la fecha para el control de este insecto.
El castaño, que actualmente ocupa una superficie superior a las 300.000 hectáreas en España, es una de las especies cuyo aprovechamiento genera más recursos en las áreas donde está presente.
La recogida y comercialización de la castaña es una de las actividades que reporta más beneficio a las zonas productoras para sus habitantes gracias a la venta del producto en fresco y a la importante industria transformadora dependiente del mismo, según la Red.
La caída de producción de castaña puede representar a nivel nacional no sólo una pérdida ambiental y paisajística irreparable, sino también de puestos de trabajo y de generación de rentas en el medio rural, “algo imperdonable en el estado actual de nuestra economía”, ha denunciado.
La Red Estatal del Castaño insiste en la urgente necesidad de adopción de medidas para “no perder un tiempo precioso una vez que se declare la plaga”, ya que las que se pongan en marcha para controlar la propagación de la plaga serán menos costosas si se realizan con celeridad.
El castaño, ya afectado por otras plagas y enfermedades, ha sufrido una importante regresión en las últimas décadas, por lo que esta nueva enfermedad puede poner en peligro este “valioso recurso” para las generaciones venideras, ha advertido el sector.