
Pero para no alejarnos demasiado en el tiempo, vamos a quedarnos con los cambios climáticos acaecidos cuando el hombre ya estaba sobre la Tierra y se agrupaba en tribus para cazar y defenderse y, poco después (en términos geológicos, claro) aparecieron las primeras civilizaciones. De todos son conocidas las glaciaciones, en uno de cuyos periodos entre dos de ellas, al parecer, vivimos en la actualidad; glaciaciones que fueron el resultado de cambios climáticos sin que conozcamos el factor o factores que lo condicionaron y provocaron. Como también son conocidas las sequías extremas que acabaron con civilizaciones, muy avanzadas para la época y prácticamente coincidentes en el tiempo, en Centroamérica y en las junglas existentes entre el subcontinente Indio y extremo Oriente. Civilizaciones desconocidas hasta hace poco y con un sorprendente desarrollo social y científico todavía sin explicación posible.
Se sigue discutiendo si el cambio climático es un factor a tener en cuenta en la caída o auge de las civilizaciones antiguas, a sumar a otros como las enfermedades o las guerras o, por si solo es suficiente para cambiar la Historia, ya que origina tales cambios, tal inestabilidad, tal desconocimiento y desorientación sobre lo que se conoce, que pronto terminan en hambrunas, que obligan al abandono de las tierras y a renovar los ciclos de las sociedades que terminan arrastrando civilizaciones.
Hasta hace poco el factor climático se consideraba uno más a tener en cuenta en el estudio de esa historia de las civilizaciones, pero hoy empieza a admitirse que su influencia tiene mucha más importancia y valor. A medida que se avanza en el estudio y se conoce con más detalle el pasado, se comprueba la incidencia crítica del clima en el nacimiento, auge y caída de las civilizaciones. Sin ánimo de parecer pedante, a los que consideran al cambio climático como principal responsable, sin despreciar otros, de la vida de las civilizaciones, se les denomina “los deterministas del clima”. Y lo que también va creciendo es el número de seguidores del determinismo climático.
¿Pero, cómo se manifiesta, según los deterministas, el cambio climático en las civilizaciones que dependían de la tierra para vivir?. Algunos, entre los que me encuentro, creemos que como protagonista. Si no llovía en las fuentes del Nilo, no se producían las crecidas y el hambre y el caos acechaba al antiguo Egipto. Si la cosecha se perdía por la sequía, la civilización se tambaleaba y no se recuperaba o terminaba desapareciendo. Cuando el cambio climático convierte en permanentes la falta de lluvias o las sequías, que ya no son estacionales, los hombres tienen que cambiar sus asentamientos, modificar sus hábitos, y trasladarse buscando nuevas formas de supervivencia. El cambio de tendencia del clima, la modificación de lo que se conoce, obliga a reaccionar y a adaptarse por la absoluta dependencia de los frutos de la tierra de la humanidad en el pasado. Hoy también ocurre lo mismo, ¿pero somos realmente conscientes de ello.?
¿Y qué decir de la Ley en aquellos tiempos.? La Ley no pudo remediar los cambios ni adaptarse a lo que estaba sucediendo entonces porque nunca pudo prever lo que no se comprendía.
LEY Y CLIMA