Oviedo (EFEverde).- Un equipo internacional de científicos coordinados por los doctores estadounidenses Kim Worley y Jeffrey Rogers, en el que han participado investigadores de Oviedo y Barcelona, ha completado la secuencia del genoma del tití común, la primera que se consigue de un primate nativo de América.
En este trabajo, liderado desde el Centro Baylor de Secuenciación del Genoma Humano en Houston (EEUU), han participado un grupo de científicos dirigido por Carlos López-Otín, en el Instituto de Oncología de la Universidad de Oviedo, y otro al mando de Tomás Marqués-Bonet, desde el Instituto de Biologia Evolutiva (CSIC-UPF) de Barcelona.
y viene a complementar los realizados en otros más cercanos como el orangután o el chimpancé.
El trabajo, que se publica hoy en la revista Nature Genetics, proporciona nueva información sobre la fisiología del tití, incluyendo peculiaridades como su reducido tamaño y su particular sistema reproductivo.
Así, este estudio revela características genéticas únicas observadas en el tití, como variantes en diferentes genes que podrían estar relacionadas con el hecho de que los titís sean los más pequeños de entre todos los primates.
“Es bien sabido que un tamaño corporal reducido implica mayores requerimientos metabólicos. En concordancia con este principio biológico, hemos encontrado variantes genéticas en el tití relacionadas con la tasa metabólica y la regulación de la temperatura corporal así como con diferentes hormonas y factores de crecimiento”, según la doctora Kim Worley.
El análisis de los múltiples genes de proteasas del tití por parte del grupo de López-Otín permitió descubrir una variación en el gen MMP19 que puede afectar al sistema de control del crecimiento.
A este descubrimiento se añaden otros cuyas consecuencias podrían influir tanto en las características reproductivas como en la respuesta inmune de estos diminutos primates.
“Además de encontrar esta variantes”, explica David Rodríguez, del equipo de López Otín, “hemos podido observar un mecanismo genómico, llamado retrotransposición, que parece haber influido notablemente en la evolución del tití”.
López-Otín ha relacionado también estos descubrimientos con uno de los objetivos fundamentales de su grupo en las investigaciones que llevan a cabo en materia de cáncer.
“El desarrollo del cáncer está relacionado con el número de células que tiene un individuo: a mayor número de células, mayor la probabilidad de que una de ellas se convierta en tumoral”, ha explicado Lopez-Otín, antes de advertir de que el tití, siendo el primate con menor número de células, probablemente tiene relajados los mecanismos antitumorales con respecto a los humanos.
El grupo del doctor Marqués-Bonet ha identificado las regiones duplicadas en el genoma del tití, resultados que, según ha asegurado, “parecen relacionarse con otra característica distintiva de este primate: los titís mellizos intercambian células mientras están en el útero materno”.
Esta característica no se da en otros mamíferos de forma natural, y, cuando se provoca, produce problemas médicos.
Otro de los aspectos destacados del estudio ha sido la asociación de determinadas variantes génicas con una llamativa particularidad reproductiva del tití que podría aplicarse a los estudios de los embarazos múltiples en humanos. EFE
lj