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ENERGÍA DEBATE

España requerirá de todas las energías disponibles mientras avanza hacia un modelo energético sostenible

Publicado por: Redacción EFEverde 17 de marzo, 2016 Madrid

Prescindir prematuramente de ciertos combustibles (nuclear, carbón o gas) podría poner en riesgo la eficiencia económica en España durante el periodo de transición hacia un  modelo energético sostenible, de aquí a 2030, así como la seguridad del suministro, según han puesto de manifiesto diversos expertos como Alberto Amores, socio consultor de Monitor Deloitte,  durante un debate organizado por la Real Acaemia de la Ingeniería (RAI)

La Cumbre de París sobre Cambio Climático, con el compromiso de la Unión Europea para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 80% y un 95% en 2050 respecto a los niveles de 1990, ha puesto sobre la ingeniería y sus profesionales una gran responsabilidad: encontrar nuevas soluciones tecnológicas que garanticen la sostenibilidad ambiental del planeta a largo plazo -más allá de 2050- así como el suministro energético, la eficiencia económica y los estándares de calidad de vida durante el proceso de transición energética, que tendrá lugar de aquí a 2030. Hasta abandonar definitivamente el carbón y el petróleo es imprescindible la colaboración de todos, administraciones públicas, empresas y ciudadanos.

Para hablar sobre los retos energéticos que nuestro país tiene por delante, la Real Academia de Ingeniería reunió ayer en su sede a algo más de un centenar de cualificados expertos, en su mayoría representantes del sector energético, en el que se desenvuelve el trabajo de miles de ingenieros de nuestro país. La apertura del ciclo sobre “La energía y la ingeniería al servicio de la sociedad”, organizado por la RAI junto con Endesa, Gas Natural Fenosa, Iberdrola y la Escuela y el Colegio de Ingenieros del ICAI estuvo dedicada a la sostenibilidad ambiental y el obligatorio proceso de descarbonización de la economía.

Intervino en primer lugar Alberto Amores, autor del reciente informe de Deloitte titulado “Un modelo energético sostenible para España en 2050”, en el que se hace una serie de recomendaciones de política energética para la transición hacia un modelo sostenible. Seguidamente hubo una mesa redonda-debate, moderada por el periodista Manuel Planelles, enviado del diario El País a la cumbre del clima de Paris: participaron Carmen Becerril, miembro del Consejo de Administración de Acciona; Eduardo González, subdirector de la Oficina de Cambio Climático del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente; Raquel García Monzón, del programa de Clima y Energía de WWF; y Carlos Sallé, director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de Iberdrola.

La mayoría estuvo de acuerdo en que España requerirá de todas las tecnologías y energías disponibles, en el periodo de transición hacia un modelo energético sostenible, de aquí a 2030. El debate sobre cuándo debe acometerse el cierre de las centrales térmicas de carbón y las plantas nucleares surgió a instancias del moderador, enviado del diario El País a la reciente cumbre del clima de París.

Según el informe de Deloitte, para lograr el compromiso de reducir las emisiones de CO2 entre el 80% y el 95% en 2050 España debería poner en marcha medidas que requieren una inversión total de entre 325.000 y 385.000 millones de euros, es decir 10.000 millones de euros al año. Estas inversiones para descarbonizar nuestra economía son la cantidad, según Alberto Amores, que ha invertido el sector eléctrico al año durante la última década. España, recomienda dicho informe, requerirá contar con todas las tecnologías y energías disponibles en el periodo de la transición. Prescindir prematuramente de determinadas tecnologías o combustibles (nuclear, carbón o gas) entre hoy y 2030 significaría poner en riesgo la eficiencia económica de la transición o la seguridad de suministro.

Según este planteamiento, “no se debe cerrar prematuramente durante la transición las centrales térmicas convencionales de gas natural y de carbón, dado que, en caso de hacerlo, a partir de 2020 tendremos que volver a construir nuevas centrales de gas, emisoras de CO2, condenadas a funcionar muy pocas horas para dar el respaldo necesario al sistema eléctrico, porque las nuevas tecnologías de almacenamiento no estarán disponibles tan pronto”.

Por lo que se refiere al cierre de las plantas nucleares cuando cumplan 40 años de vida o incluso antes supondría un aumento de las emisiones de CO2, ya que se debería sustituir por energía térmica convencional a partir de gas natural. El cierre de los 7.800 MW actualmente instalados, en caso de no extender su vida más allá de los 40 años, supondría unas emisiones adicionales de alrededor de 170 MtCO2 equivalentes hasta 2030 (equivalentes a la mitad de las emisiones totales de la economía españolas en 2013). Esta producción de base sería sustituida, en buena parte, por producción térmica convencional (en el momento en que se tendrían que empezar a cerrar las plantas nucleares, no habrá otras alternativas realistas para la producción en base). Esta sustitución podría suponer un incremento del precio del mercado diario de hasta 8-10 euros/MWh en el corto plazo. Es decir, un incremento de la factura eléctrica para los consumidores finales de 11.000 millones.

Mix de generación y renovables

Inició el turno de intervenciones durante la mesa redonda Carlos Sallé, director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de Iberdrola, compañía que presentó públicamente en la COP21 su contribución a la lucha contra el cambio climático: el compromiso de reducir en un 50% su intensidad de emisiones de CO2 en el año 2030 sobre los niveles de 2007, y de lograr un suministro neutro en CO2 en 2050. Sallé explicó que Iberdrola valora positivamente el Acuerdo de París, porque por primera vez hay un consenso global sobre la necesidad de no superar los 2º C, incluso con referencias a limitar el aumento de la temperatura a 1,5ºC.

Primer debate sobre energía e ingeniería al servicio de la sociedad, organizado por la Real Academia de Ingeniería
Primer debate sobre energía e ingeniería al servicio de la sociedad, organizado por la Real Academia de Ingeniería

Además, considera extremadamente positivo que la práctica totalidad de países haya presentado objetivos de lucha contra el cambio climático en forma de Contribuciones Climáticas Nacionales, y que dichas propuestas estén presentes en el Acuerdo, con revisiones que sean progresivamente más ambiciosas.

El representante de Iberdrola dijo que la compañía está dispuesta a aprovechar las oportunidades que afloran del cumplimiento del mismo. “Entendemos que el Acuerdo viene a refrendar la apuesta que Iberdrola realizó hace años por un modelo empresarial sostenible, basado en un mix de generación que minimice los efectos del cambio climático, unas redes inteligentes que ayuden a integrar la alta penetración de renovables necesaria, y una I+D+i que proponga soluciones a los importantes retos del sector energético”.

Clave para la descarbonización

La representante de Acciona, Carmen Becerril, planteó que “el sector energético como responsable del 80% de las emisiones de CO2 ha de cambiar de forma significativa en los próximos años si se quieren alcanzar cotas ambiciosas de descarbonizacion”. La descarbonización se vincula al desarrollo de un modelo económico cuyo aspecto esencial es el uso eficiente de los recursos. “Todos los procesos y sectores económicos pueden y deben participar en este cambio de modelo para ganar en eficiencia, con la tecnología hoy disponible y con los nuevos desarrollos, que han de buscar prioritariamente este objetivo”.

En concreto, enumeró Becerril, la Agencia Internacional de la Energía sugiere cinco medidas: aumentar la eficiencia energética en el sector industrial, edificios y transporte; reducir progresivamente el uso de las plantas de carbón más antiguas; incrementar de forma significativa la inversión en energías renovables; hacer desaparecer progresivamente las subvenciones a los combustibles fósiles y reducir las emisiones de metano en los procesos de extracción de petróleo y gas.

Una de las claves de la descarbonización, según Becerril, es poner precio al carbono. “El debate sobre soluciones fiscales o soluciones de mercado no está resuelto. Lo que está claro es que se precisa una señal económica, que permita impulsar inversiones dirigidas a que se produzca el cambio tecnológico que los objetivos fijados en la COP 21 de Paris requieren”.

Ahorro y eficiencia energética

Raquel García Monzón, técnica del programa de Clima y Energía de WWF, insistió en que el esfuerzo y la balanza han de caer del lado de las renovables.

”Desde WWF apostamos por un modelo 100% renovable en 2050 para España. Es necesaria una transición hacia un nuevo modelo, basado en las energías renovables, el ahorro y la eficiencia energética, como única solución para combatir el principal problema de nuestro Planeta, el cambio climático, cuyas consecuencias ya estamos sufriendo y contra el que debemos actuar de forma urgente”. Por ello, insistió la representante de WWF, es esencial apoyar la I+D+ i del sector renovables para avanzar en el desarrollo de las energías limpias en nuestro país: la integración de las renovables será cada vez mayor en el futuro modelo energético y las ‘Smart cities’, los edificios serán eficientes y de cero emisiones, la generación será distribuida, el autoconsumo será una realidad y el vehículo eléctrico permitirá desplazamientos sin emisiones.

García Monzón recordó los impactos del cambio climático en el Mediterráneo, y en particular en nuestro país: sequía, incendios forestales, pérdida de biodiversidad y hábitats, extinción de especies emblemáticas en peligro como el lince ibérico, fenómenos meteorológicos extremos como lluvias torrenciales, inundaciones, derretimiento del hielo del Polo, con afecciones a la agricultura, los ríos, la costa, migraciones de población por el aumento de la temperatura global de la Tierra… “Si no hacemos caso de las recomendaciones de la comunidad científica y el Panel del IPCC de que debemos mantener las emisiones por debajo del umbral del 1,5º C de aumento de la temperatura de la Tierra, los impactos serán de carácter irreversible”.

En su turno Eduardo González, Subdirector de la Oficina de Cambio Climático del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, dijo coincidir con las intervenciones anteriores y destacó que el Acuerdo de París rompe el principio, hasta ahora existente, de que la obligación de reducir emisiones de carbono es sólo para los países desarrollados, si bien “tiene mucho de voluntariedad”. El mercado de carbono, insistió, ha de ser global. Recordó también que dos tercios de las emisiones provienen del sector energía y el restante de la agricultura, usos del suelo y deforestación por lo que “a la parte energética se le va a pedir todo” en el proceso de descarbonización para lograr la neutralidad climática en emisiones a finales de siglo. Hay que electrificar el consumo de energía, añadió, sobre todo en el transporte: con el vehículo eléctrico aún queda mucho por mejorar en lo que se refiere a las baterías; en cuanto al transporte de mercancías por ferrocarril, es muy difícil de electrificar, no sólo por los costes sino también dadas las pequeñas distancias medias de nuestro país.

Redacción EFEverde

Un equipo de periodistas especializados en periodismo e información ambiental de la Agencia EFE.

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