Madrid.- La Hora del Planeta, que este fin de semana ha apagado luces de lugares emblemáticos en todo el mundo, pretende aportar "su granito de arena" ante la crisis climática y que ciudadanos, gobiernos y empresas se pongan de acuerdo "aunque solo sea por una hora".
El director de conservación de WWF España, Enrique Segovia, ha señalado a EFE que esta iniciativa, surgida en Sidney en 2007, ha ido tomando cada vez "más fuerza y valor".
Este año, el apagón que se produjo ayer, sábado, entre las 20.30 y las 21.30, contó en España con la adhesión de 511 ayuntamientos, 128 empresas, 126 organizaciones y 109 clubs deportivos para luchar contra el cambio climático y contra la pérdida de biodiversidad.
La Alhambra de Granada, el Puente de Triana de Sevilla o el Alcázar de Toledo, fueron algunos de los monumentos que apagaron su iluminación.
Una acción anual organizada por WWF para que "ciudadanos, gobiernos y empresas nos pongamos de acuerdo, aunque solo sea por una hora", ha señalado Segovia.
Se trata de una iniciativa global, con la participación de 190 países para "hacer una llamada de atención y defender la necesidad de una acción climática urgente, rápida y conjunta".
En España la lista de edificios que se sumaron al apagón ecológico es larga, desde el Acueducto de Segovia a la Muralla de Ávila, la Sagrada Familia de Barcelona; el Palacio Real en Madrid o las murallas del Revellín en Logroño.
Sumar kilómetros
La Hora del Planeta no se trató únicamente de apagar las luces sino también de "sumar kilómetros por el planeta", una iniciativa que, por segundo año consecutivo, animó a organizaciones, particulares, grupos deportivos y carreras populares a apuntar los recorridos en una web.
El reto era que "la gente se inscribiese a través de la página web de WWF y simbólicamente dieran una vuelta al planeta", un gesto con el que "concienciar y evitar utilizar el coche", ha apuntado Ana Belén Gómez, portavoz del grupo local de voluntario de WWF de Madrid.
Esta iniciativa se ha saldado con doce vueltas al mundo, en total 507.201 kilómetros, y aunque son simbólicos, "estamos muy contentos", ha destacado.
En opinión de la ecologista, lo importante es "que las empresas conciencien a sus trabajadores, que cale el mensaje, y que entre todos tengamos una vida más sostenible". EFEverde
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