Barcelona, 24 ago (EFE).- El arquitecto y paisajista Iñaki Alday (Zaragoza, 1965) advierte que “el control humano” sobre los ríos los está convirtiendo en un “alcantarillado” y denuncia que están colocando a su alrededor “lo que nos molesta, como las industrias y la gente que no queremos ver”.
El problema radica, principalmente, en cómo los humanos nos hemos relacionado con la naturaleza cuando, por ventajas geográficas, el 95 % de la población humana está establecida cerca de un lugar con agua que necesita sus propias dinámicas.
“En el mundo Occidental, hemos dado la espalda a las dinámicas de los ríos porque les tememos”, apunta Alday en una entrevista con Efe: “Hemos querido tomar el control de los ríos y los hemos convertido en nuestro patio trasero”.
Para ejemplificarlo, el experto expone los casos de ríos como el Cuyahoga, que ardió más de 13 veces por la contaminación, o el Támesis, que a mediados del siglo XX tuvo que ser purificado: “Tenemos una relación conflictiva con los ríos, les lanzamos nuestro alcantarillado sin tratar. Los estamos matando”.
Alday, que es decano de la Escuela de Arquitectura de Tulane (Nueva Orleans, EEUU) desde agosto de 2018, critica además la “falta de equidad social” que supone repartir la población geográficamente de manera discriminada alrededor de los ríos.
Uno de los proyectos que Alday tiene entre manos muestra una relación con los ríos diferente a la del mundo occidental: a través de la iniciativa “Yamuna River Project” pretende rehabilitar el río Yamuna (India), uno de los ríos urbanos más contaminados del mundo por “materia fecal”.
El arquitecto recuerda que en India los ríos solían ser considerados diosas, a las que se trataba con mucho respeto, y que se aprovechaban sus inevitables inundaciones para regar campos y jardines.
Sin embargo, “la ocupación del espacio público por las fuerzas de colonización británicas rompieron hace 150 años las relaciones divinas entre la población y los ríos”, explica Alday.
“Tras la colonización, el río dejó de ser un elemento sagrado y empezó a funcionar como un producto”, agrega.
Ahora, la ciudad de Delhi crece tanto que las infraestructuras ecológicas y arquitectónicas no pueden dar abasto: “La cantidad de población hace difícil tener una relación saludable con el río y los elementos naturales se terminan destrozando”.
La solución, apunta Alday, es trabajar en un proyecto multidisciplinario que “reconstruya las narrativas” anteriores y “retraiga a la población la condición sagrada del Yamuna”, unas acciones que se pretenden expandir al estado indio de Rajastán, adyacente a Pakistán.
Iñaki Alday es cofundador en Barcelona del despacho Aldayjover Arquitectura y Paisaje, y en sus proyectos aborda problemas medioambientales (cambio climático o desastres naturales) y sociales desde la arquitectura y el diseño.
Desde la Escuela de Tulane lidera el proyecto “URBANbuild”, centrado en la construcción por parte de los estudiantes de un prototipo de casa de bajo coste cada año, adaptado a las características del río Misisipi, con el compromiso de reconstruir la ciudad después de los destrozos del huracán Katrina.
“Nueva Orleans se encuentra en el norte del Caribe. Sufrimos las consecuencias del cambio climático: huracanes, subida del nivel del mar, inundaciones en el Misisipi… Diga lo que diga (Donald) Trump, toda la comunidad científica coincide en que estamos sobre una situación urgente de cambio climático”, remarca el arquitecto zaragozano.
Alday está participando, además, en proyectos por otras partes del mundo, entre los que destaca el “Addis Ababa River Project”, en Etiopía. Y su última apuesta es el frente fluvial de Quilmes, en Argentina, donde el especialista se encuentra actualmente para estudiar en The Water Institute of the Gulf la falta de equidad social en el territorio del Río de la Plata. EFE
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