La reputada ambientalista brasileña Marina Silva admitió hoy por primera vez, durante el segundo foro “Efe Café da Manhã”, que es una “posibilidad” presentarse a las elecciones presidenciales del próximo año, pero que su eventual candidatura tiene todavía que ser definida por el partido.
“Es una posibilidad, pero es algo que tenemos que definir”, señaló Silva durante su intervención en el debate promovido por la Agencia Efe con el apoyo del Instituto Cervantes de Sao Paulo y el patrocinio del Banco Santander Brasil.
Silva, exministra del Medio Ambiente entre 2003 y 2008, durante un período y medio del Gobierno del entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, se retiró en 2009 del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), en el que militó durante tres décadas, y se unió al Partido Verde (PV).
Compañera de lucha del asesinado líder ambientalista y cauchero Chico Mendes y alfabetizada cuando ya era mayor de edad, Silva comenzó su carrera política en el amazónico estado de Acre, fronterizo con Perú y Bolivia, donde fue concejala, diputada y en su representación consiguió un escaño en el Senado.
Como ministra del Medio Ambiente, Silva recibió múltiples reconocimientos internacionales y después de retornar al Senado aceptó disputar las elecciones de 2010, ganadas por la ahora presidenta, Dilma Rousseff, y la que la ecologista recibió casi el 20 % de la votación, con 19,6 millones de votos válidos.
Este año, Silva lideró la creación de la “Rede Sustentabilidade”, un partido político que espera su aval para participar en las elecciones presidenciales, legislativas y regionales de 2014.
En su intervención durante el foro “Efe Café da Manhã”, Silva afirmó que el mundo pasa por una “crisis civilizadora”, conjunto de cinco crisis: la económica, la social, la política, la ambiental y la de valores.
“Las crisis civilizadoras no son fáciles de ser entendidas. Los griegos, los romanos, los egipcios y las civilizaciones precolombinas no las notaron”, destacó la excandidata presidencial e historiadora.
“Los 2.000 millones de personas en el planeta que viven en extrema pobreza y comen con dos dólares por día están siempre en crisis económica”, apuntó.
Sobre la crisis ambiental, Silva señaló que esa situación “pone en riesgo la existencia humana” y refutó que la humanidad “sacrifique las riquezas de millones de años por el lucro de unas décadas”.
“Una crisis civilizadora exige lo mejor del esfuerzo de la raza humana”, apuntó.
La también pedagoga fue la segunda invitada al foro “Efe Café da Manhã”, un ciclo de desayunos informativos con destacadas personalidades de la política, la sociedad y la economía que comenzó en Brasil en mayo pasado con la participación de la ministra española de Fomento, Ana Pastor.
En su exposición, Silva enfatizó que “el desarrollo sostenible no es una manera de hacer, es una forma de ser. No es sólo una cuestión ambiental y ecológica, porque no es apenas un concepto, es un conjunto de lo económico, social, cultural y ambiental, a lo que yo le agregó la dimensión ética y estética”.
La ambientalista calificó las protestas sociales que han sacudido Brasil en el último mes como un “movimiento de belleza y grandeza” que tiene “potencial para cambiar” al país y se refirió a la “insatisfacción” del pueblo brasileño con su “representación” política.
“La corrupción enfocada en una persona o partido no tiene solución, por ejemplo, cuando la inflación pasó a ser un problema de la sociedad se tuvo entonces el control”, citó.
La exsenadora también comentó sobre las agresiones a la prensa durante la ola de manifestaciones de junio que se expandió a diversas ciudades y fue motivada por varias reivindicaciones sociales.
“La libertad de prensa es una conquista de la democracia y debe ser preservada, la prensa libre es fundamental en cualquier democracia y en cualquier proceso de transformación”, resaltó.
El foro realizado en el Instituto Cervantes de Sao Paulo fue moderado por el presidente de la Agencia Efe, José Antonio Vera, y contó con la participación del periodista brasileño Nilson de Oliveira y de Marcos Madureira, uno de los vicepresidentes del Banco Santander. EFE
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