La fértil compasión de Forges. Por (*) Joaquín Araujo

Admiro desde siempre a los capaces de hacer lo que acabo de describir pues considero que son las personas más necesarias y las que mejor uso hacen de sus sentidos, conocimientos y estados anímicos.

He conocido a varios de estos genios y con dos de ellos he tenido la inmensa fortuna de hacer libros en los que sumé textos a sus viñetas. Con Mingote terminé un diccionario ecológico. Con Forges la aventura fue larga y la considero una de las mejores de mi vida, como escritor y conferenciante.

Antonio no me dejó acabar la frase con la que le estaba proponiendo hacer un libro a medias. Yo ya llevaba el título, acaso insipirado en los juegos de palabras de él mismo.

La cuestión es que dijo sí a la primera y nos pusimos a terminar EL AMBIENTE SIEMPRE ESTÁ EN MEDIO. A través de sus páginas  recorríamos los nueve grandes ámbitos de la vida y explicábamos qué  hacían por nosotros los elementos básicos, a los que sumé el árbol, la vivacidad, humanismo… El genio que acaba de dejarnos no se limitó a sus clásicos dibujos sino que los hizo en color y los adornó con unos inteligentes y sencillos pareados, al estilo Gloria Fuertes.

Pero lo que importa es que le reconozcamos también como periodista o divulgador ambiental y lo incluyamos en la historia de los defensores del derredor. Sabemos que colaboró con varias ongs ecologistas, que hizo una preciosa agenda para la SEO y donó ilustraciones para otros empeños.

Por si lo narrado fuera poco, nuestro libro se convirtió en exposición itinerante y nos permitió la que muchos han considerado un nuevo estilo en el ámbito de la comunicación. Tengo que contarlo porque fue fruto de la casualidad y de la improvisación. Para presentar el AMBIENTE SIEMPRE ESTÁ EN MEDIO convocamos a la prensa en la CASA ENCENDIDA y justo unos minutos antes de comenzar le dije a Antonio. ¿Por qué mientras yo explico los contenidos del libro no haces tú alguna viñeta del mism0 ? Es más como en esta sala tenemos un retroproyector hasta pueden ver el proceso de tu creatividad a tiempo real. Esta vez dejó pasar tres segundos para decir que sí. Cuando así lo hicimos varios periodistas dijeron que aquello era una genialidad. Lo fuera o no, la cuestión es que acabamos dando conferencias, creo que 17 en total, en las que Forges dibujaba al tiempo que yo hablaba. Espectacular, sin duda, el que su trabajo aparecía proyectado en pantallas enormes. Eran demostraciones de la capacidad creativa en unos pocos segundos.

Este nuevo género de la comunicación nos permitió participar en actos tan complejos y comprometidos como la clausura del congreso de las ciudades de España o dar la charla de inauguración del congreso nacional de divulgación de la ciencia en el CSIC de Madrid.
Como no podía ser menos y, como vengo haciendo con todos los queridos y admirados que nos van dejando, en las próximas semanas plantaré tantos árboles como años vivió en memoria y homenaje a quien tuvo vivo el sentimiento de la Natura.

Con todo, lo mejor fue viajar, charlar, pensar y reirme con Antonio Fraguas. Comprobar que todo él era y será antidoto contra la crueldad, la estupidez, la corrupción y la degradación de la Natura. Porque si el máximo de inteligencia es hacer humor, el máximo de humanismo es ser compasivo y este humorista lo era a raudales. Lo que me lleva a rectificar. No, no es el humor lo que más nos salva, es la compasión la que merece ser considerada lo mejor de nosotros mismos. Y en eso el mejor fue Antonio Fraguas.

GRACIAS ANTONIO POR ATALANTARNOS TANTO.

Fotografia: Archivo 29/10/07.- El dibujante Antonio Fraguas " Forges "(i), acompañado del naturalista Joaquin Araújo(d), durante la presentación de la exposición " El ambiente siempre está en medio ", en la que el dibujante y el naturalista ponen sus dibujos y textos al servicio de la conservación medioambiental. EFE/Julián Martin

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(*) Joaquín Araújo 

Naturalista, escritor, divulgador medioambiental  

 

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